En el marco de las actividades en recordación del 49 aniversario de la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia al territorio de la entonces Checoslovaquia en agosto de 1968, el primer ministro Robert Fico, ayer depositó una corona de flores al pie de la tumba de Alexander Dubček, una de las figuras más destacadas de la Primavera de Praga. Posteriormente, al dirigirse a los presentes en el acto el premier dijo: "Es una tremenda lástima que la primavera de Praga y Bratislava hayan sido detenidas. De no haber sido así, Eslovaquia estaría mucho más lejos. La normalización en la década de los 70, precisamente durante la ocupación de Checoslovaquia, tuvo un costo elevado para Eslovaquia y Chequia".
Fico añadió que estaba contento de que en noviembre de 1989 el país eligiera el camino en el que nos encontramos, puesto que hoy es percibido como un estado democrático, libre y seguro".
Por otro lado, el presidente de la República Andrej Kiska, escribió en su cuenta de Facebook que la ocupación de Checoslovaquia había impedido el desarrollo del potencial prometedor de la Primavera de Praga, que habría supuesto más libertad para la gente, su participación en la vida social, el debate de las reformas necesarias, incluidas las económicas, y la entrega a un clima de esperanza para tener una vida más digna.
