El Centenario de Checoslovaquia - Acontecimientos de febrero de 1948

El Centenario de Checoslovaquia - Acontecimientos de febrero de 1948

El 25 de febrero de 1948. Miles de manifestantes se concentraron en la Plaza de Wenceslao de la ciudad de Praga para recibir al entonces primer ministro Klement Gottwald, debía dirigirse hacia este sitio después de la reunión con el presidente de la República Eduard Beneš.

La crisis política creada en Checoslovaquia por la dimisión de los ministros no-comunistas nominados por el Partido nacionalsocialista checoslovaco, al Partido popular checoslovaco y el Partido democrático, en parte para inducir a Beneš a convocar elecciones anticipadas, había llegado a su punto máximo.

Si bien los comunistas ocupaban sólo una minoría de los ministerios, controlaban los ministerios clave, como por ejemplo el Ministerio de Interior.

¿Aceptará el presidente la dimisión del gobierno y encomendará al líder comunista Klement Gottwald la formación de uno nuevo, en el que los comunistas representen la mayoría? ¿O el presidente rechazará las renuncias de los ministros y confirmará el gobierno existente? Ha llegado a su fin la lucha política por el carácter del Estado y su futuro. Escuchemos las apreciaciones del Sr. Jan Pešek, del Instituto Histórico adjunto a la Academia Eslovaca de Ciencias.

La noche previa a los acontecimientos del 25 de febrero aumentó la tensión en torno a tres de los asuntos que se estaban debatiendo: el ajuste de los salarios de los empleados estatales, la reforma agraria y la seguridad. La principal razón de esa crisis fue la sustitución de algunos funcionarios de los órganos de seguridad del Estado. No olvidemos que la dimisión había sido presentada por un gobierno minoritario. De los 26 ministros que conformaban el gabinete, sólo 12 presentaron su renuncia al cargo. Este fue el argumento en el que Gottwald se apoyó para insistir en que era necesario completar el gabinete con personas que fueran escogidas por él mismo. Basándose en este argumento, se negó a negociar con los líderes de las fuerzas políticas a las que pertenecían los ministros disidentes.

La primera manifestación popular, fundamentalmente de trabajadores praguenses, tuvo lugar en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga el 21 de febrero, un día después de la renuncia de los ministros.

A lo largo de la noche, los comunistas movilizaron a empleados de empresas, instituciones y a trabajadores con ideas de cambio, para que apoyaran la dimisión del gobierno y exigieran una mayor participación de ministros a favor del programa del Frente Nacional dentro del nuevo gabinete.

El Frente Nacional era una coalición de partidos políticos y existió desde 1945 hasta febrero de 1948. El carácter de esta coalición comenzó a transformarse precisamente en febrero de 1948, como consecuencia de la actividad de los comités de acción. Estos comités eran órganos que tenían la misión de hacer una limpieza en las instituciones estatales, económicas y culturales del país. Poco a poco se fue creando un nuevo Frente Nacional dominado por los comunistas y sus aliados. Ya no se trataba de una coalición en la que las decisiones se aprobaban con la respaldo de todas las fuerzas políticas. En el nuevo Frente Nacional los comunistas desempeñaban un papel rector y esto significaba que las cosas se hacían tal y como lo determinaba el Partido Comunista.

Las manifestaciones en apoyo a la propuesta de Gottwald de reconstruir el gobierno y nacionalizar las empresas con más de 50 trabajadores tuvieron lugar no sólo en Praga, también hubo grandes concentraciones en Bratislava y otras ciudades importantes. El 23 de febrero se celebró en Praga el Congreso de los consejos de fábricas, en el que los delegados asistentes convocaron una huelga general.

Empezaron a crearse las llamadas "milicias populares", que estaban conformadas por trabajadores, que tenían la misión de proteger las fábricas e intimidar a los opositores políticos. La responsabilidad recaía en el presidente Benes. Los manifestantes supieron de la decisión del presidente por boca del primer ministro Gottwald, directamente en la Plaza de Wenceslao el 25 de febrero de 1948.

La grabación que van a escuchar proviene de los archivos de RTVS.

Ciudadanos y ciudadanas. Compañeros y compañeras, precisamente vengo de la reunión con el presidente del país y, quiero informarles que el presidente ha aceptado todas mis propuestas, tal y como estas fueron presentadas.

Escuchemos nuevamente a Ján Pešek.

Beneš se encontraba en una situación realmente difícil. Los líderes de los tres partidos a los que pertenecían los ministros que habían presentado su dimisión no fueron capaces de crear un frente sólido ante las presiones de los comunistas. Tampoco lograron movilizar a sus simpatizantes para que salieran a las calles en defensa de la democracia. Beneš al principio dijo que no aceptaría las renuncias de los ministros, pero luego, dada la situación dentro del país o quizás temiendo una intervención soviética, capituló y las aceptó. Con el nombramiento del nuevo gobierno quedaba clara cuál sería la orientación del país. Otro factor determinante fue la votación de respaldo al nuevo gobierno que se celebró el 11 de marzo en el seno de la Asamblea Nacional. De los 300 diputados que tenía el órgano legislativo, 230 estuvieron presentes en el hemiciclo y todos votaron a favor del nuevo gobierno de Gottwald. Hay que destacar que los comunistas consiguieron acaparar el poder con un apoyo significativo de la población.

Acerca de la importancia que tuvieron los acontecimientos de febrero de 1948 en la orientación de la política exterior de Checoslovaquia nos habla Slavomír Michálek, director del Instituto Histórico adjunto a la Academia Eslovaca de Ciencias.

Los acontecimientos de febrero de 1948 tuvieron una gran repercusión en occidente. Los gobiernos de EEUU, Francia, Gran Bretaña inmediatamente al siguiente del golpe de Estado emitieron una nota en la que condenaban la usurpación del poder por parte de los comunistas y calificaban este acto como una violación flagrante de los principios democráticos. La nota dejaba entrever que la Unión Soviética tenida cierto grado de responsabilidad por lo ocurrido. Por otro lado, es sabido que el embajador de Checoslovaquia ante la ONU, Ján Papanek, presentó una protesta ante el Consejo de Seguridad de NU para que este órgano aprobara una resolución en rechazo al golpe de Estado de los comunistas. Sin embargo, el veto de la Unión Soviética ante el Consejo de Seguridad, representada en aquel entonces por Andrej Gromikov, impidió que la protesta del embajador checoslovaco tuviera éxito.

En abril de 1948 el comité de exteriores del Congreso estadounidense analizó lo sucedido en Checoslovaquia y aprobó una resolución en la que, atendiendo a las técnicas y mecanismos utilizados, califica el golpe de Estado en Checoslovaquia de golpe perfecto. Occidente reconoce que la zona de influencia soviética llega hasta Checoslovaquia y que la frontera checoslovaca es la línea divisoria entre los dos bloques: los países de occidente, con EEUU al frente, y los países del Este, bajo la órbita de la Unión Soviética.

En verano de 1948 Klement Gottwald se convirtió en presidente de Checoslovaquia, después de que Beneš presentara su dimisión.

De esta manera, se completó el paso del poder a manos de los comunistas, que se mantuvieron al frente del país durante los siguientes 40 años.

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José Portuondo Foto: TASR

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