El 1 de febrero fue un día importante en la historia de Prešporok, Pressburg, Pozsony, es decir, en la Bratislava de hoy. Ese día de 1914 comenzó a circular el legendario tranvía de Bratislava a Viena, ida y vuelta. Precisamente el jueves 1 de febrero se cumplieron 110 años desde que el primer tranvía partiera hacia la capital austriaca desde la actual plaza Ľudovít Štúr. La etnóloga e historiadora Katarína Nádaská nos explicó un poco de su historia.
Ya en 1898 nació la idea de una conexión rápida y cómoda entre Viena y Pressburg mediante un ferrocarril eléctrico de cercanías. Después de 16 años, el proyecto se hizo realidad. El 1 de febrero de 1914 se inauguró la línea y el tráfico regular comenzó el 5 de febrero de 1914. El "Tranvía de Viena", como lo llamaban familiarmente los ciudadanos de Pressburg, gozó de gran interés entre los habitantes de la ciudad. De hecho, era un ferrocarril local que iba del centro de la ciudad a Petržalka pasando por el puente František Jozef, la orilla de Vajanského nábrežie, la plaza de Ľudovít Štúr, la calle Mostová, la plaza de Hviezdoslav, la calle Jesenského, calle Štúrova, la plaza de Šafárik y de vuelta al puente.
En el puente, la línea era de doble vía, en la ciudad de vía única. El tranvía tenía una locomotora eléctrica y dos vagones. Las locomotoras y los vagones eran únicos, ya que estaban ingeniosamente diseñados como un compromiso entre el transporte por tren y por tranvía. Como explicó Nádaská, en la estación fronteriza de Kopčany - Kittsee siempre se cambiaba de locomotora debido a un sistema de alimentación diferente. En el lado entonces húngaro (ahora eslovaco) había tracción unidireccional y en el lado austriaco tracción alterna. El trayecto duraba aproximadamente dos horas y 15 minutos. La línea tenía tres tramos: el tramo urbano de Presburgo desde el centro de la ciudad hasta Petržalka - Kopčany, el tramo interurbano desde Petržalka - Kopčany hasta Gross Schwechat y el tramo urbano de Viena desde Gross Schwechat hasta el centro de Viena hasta el Gran Mercado.
El transporte funcionó sin problemas hasta 1935. Se interrumpió temporalmente tras el colapso de la monarquía austrohúngara. Posteriormente, el 21 de mayo de 1925, se restableció el servicio de tranvías. Sin embargo, se añadió el control de aduanas y pasaportes. A principios de 1935, la línea se revitalizó y el "tranvía" se incluyó en la red de transporte ferroviario de la ciudad. El servicio de tranvía finalizó el 9 de octubre de 1938, tras la anexión de Petržalka a la Alemania nazi. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, el transporte regular de pasajeros dejó de funcionar en este tramo. Sin embargo, para los antiguos habitantes de Prešporok era parte integrante de la imagen del transporte de la capital. En 1914 era un sistema de transporte único que se comportaba como tranvía en el centro de Bratislava y Viena y como tren en el tramo interurbano. El tranvía-tren llevaba a los pasajeros del centro de Presburgo (Bratislava) al centro de Viena en unas dos horas, sin transbordo, por 3,40 o incluso 1,70 coronas austrohúngaras.
El tranvía circulaba ocho veces al día hasta Viena. El primer servicio salía a las 4.50 de la mañana y el último, a las 7.44. Todos los domingos y festivos se añadía un servicio más, que salía a las 21.00 horas. El tranvía se utilizaba mucho los días laborables, pero también los domingos y festivos para ir de compras, por ejemplo, en el Modiste de Viena, para agradables visitas familiares, para emocionantes acontecimientos deportivos, para visitar el teatro y la ópera vieneses, o simplemente para asistir a un concierto, dar un paseo y tomar un buen café vienés. Los enamorados tampoco se quedaban atrás, porque incluso una cita romántica con un paseo por el centro y una taza de aromático chocolate podía gestionarse en un día en la metrópoli vecina.
Todo esto lo reveló Katarína Nádaská. Según ella, el Tranvía de Viena fue un fenómeno en Prešporok. A partir de su historia, es posible rastrear el tema de la identidad de Bratislava, que siempre ha sido una ciudad abierta a la coexistencia de culturas de muchas naciones y nacionalidades. Los viejos habitantes de Bratislava recordaban los vagones, que eran lujosos y confortables, de segunda clase, con asientos mullidos cubiertos de ante color oliva de buen gusto. Los compartimentos de clase III tenían bancos de madera, donde la tarifa era, por supuesto, más baja. “El tranvía de Viena es un pedazo de la historia de la ciudad para los actuales habitantes de Bratislava, pero sigue siendo una parte sólida de la historia local de las dos ciudades vecinas a orillas del Danubio, Viena y Bratislava, y es un recuerdo de un fragmento de nuestra historia común", subrayó Katarína Nádaská.
Tranvía Presburgo Viena
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