En vísperas de Navidad hablamos con el director Juraj Jakubisko

En vísperas de Navidad hablamos con el director Juraj Jakubisko

En este período de adviento les brindamos un par de entrevistas con las personalidades eslovacas que residen en Chequia. Esta vez cedemos la palabra al director, guionista, hombre de cámara y pintor Juraj Jakubisko, que el pasado abril cumplió 80 años. Sus películas destacan por una poesía específica, por ser juguetonas, originales y muy valiosas desde el punto de vista artístico. Jakubisko, después de acabar los estudios en la Escuela Secundaria de Artes Industriales, eligió para su siguiente estancia Praga y la Academia de Artes Musicales. En la ciudad de las 100 torres permanece hasta hoy.

"Decidí quedarme en Praga para trabajar, cuando en Eslovaquia no había oportunidades para los cineastas. Si me hubiera quedado aquí, hubiera tenido que trabajar para la televisión y no podía hacerlo. Siempre he estado vinculado al cine. Así que no emigré a Chequia, me mudé en búsqueda de trabajo. En Praga encontré a nuevos amigos y ya me siento allí en casa. Los viejos camaradas en Bratislava ya no viven, no tenían una raíz tan fuerte como yo, no existe razón alguna para que vuelva. Alguien dice que el hogar es el lugar donde tienes tu cama, yo digo que está allí donde tienes el trabajo. Además, yo a pesar de residir en Praga, siempre he rodado películas eslovacas, de ambiente eslovaco".

La esposa de Juraj Jakubisko es la actriz y productora Deana Horváthová-Jakubisková, también de origen eslovaco. Juntos tienen un hijo Juraj y Jakubisko tiene también una hija de su anterior matrimonio. Como dice, el tiempo corre tan rápidamente que ni se ha dado cuenta en qué momento sus hijos se han convertido en personas adultas e independientes.

"Cuando uno está tan entregado a su trabajo como yo, lleva una vida extraña y no disfruta de ella. Escribo un guion, acompaño a mi esposa hasta el hospital, sigo escribiendo el guion y ya hay un bebé con nosotros. Continúo concentrándome en la escritura y de repente me sorprendo de que aquella criatura ya no lleve pañales y sepa hablar. Uno rueda película tras película, y ¡mira! Mi hijo Jurík ya cumple los años de Cristo. No sigue mis huellas artísticas, edita libros y se dedica a los medios de comunicación de masas. Lo único que lamento es que todavía no tenga su propia familia. Es una generación nueva y distinta. Eso sí, me entristece un poco".

Usted superó una gran crisis en 2012, cuando se sometió a un trasplante de corazón. ¿Qué ha cambiado en su vida al tener el corazón de otra persona?

"En realidad ni me doy cuenta de ello. Es extraño, es como si desde siempre formase parte de mí. No sé quién fue el donante. Sus padres saben que yo recibí el órgano y según me han dicho están contentos que sea yo, pero yo no puedo saberlo y de esa manera no puedo agradecérselo a nadie. Pero me siento de maravilla. Desde entonces he rodado cuatro películas, me he hecho profesor en la universidad y he editado dos libros".

El último libro editado por Juraj Jakubisko es Perinbaba (Dama de las nieves), bautizado hace un par de días. De esta manera todos los aficionados a la legendaria película de cuento de hadas, rodada por Jakubisko, y que lleva el mismo nombre, podrán recordarla también en su forma literaria. El director actualmente está rodando la continuación de esta película dejándonos todos impacientes de cómo va a continuar la historia de Jakub y Alžbetka.

"La primera Dama de las Nieve se convirtió en una leyenda, lo que no esperaba. Ha seguido siendo popular durante 33 años. Quiero que su continuación se dirija ante todo a los jóvenes. Han crecido en un mundo digital, por ello también mi película va a ser muy progresista, tal vez sorprendentemente para algunos. Desde mi punto de vista mantiene las cualidades de la primera película: los valores humanos, la historia de amor y muchas imágenes poéticas hermosas. El protagonista sabe muy bien lo que quiere y activamente da pasos para conseguir su meta. Espero que se convierta en un ídolo para los niños".

La Navidad de muchos eslovacos no se puede celebrar sin la Dama de las Nieves de Jakubisko. Es maravilloso que el personaje de Perinbaba, Dama de las Nieves, puro invento del artista, se haya convertido ya en un motivo clásico de los cuentos de hadas. Pero, ¿qué no puede faltar en la Navidad de la familia Jakubisko?

"En el pasado no me imaginaba las fiestas navideñas sin regalos, hoy en día tengo todo lo que necesito, así que los regalos no me importan demasiado. A mí, ahora, me encantan los detalles, los simples hechos de la vida cotidiana. Aprecio cuando puedo admirar la salida del sol o cómo crecen las plantas que he sembrado. Me encanta el ritmo del año. Y también el hecho de que viva, que muchos de mis amigos sigan viviendo..."

¿Nos puede revelar algunas de sus costumbres navideñas?

"Tenemos una tradición rara. En nuestra casa nunca puede faltar un árbol navideño de tamaño admirable, de unos 2 metros y medio o más de altura. Es mi tarea adornarlo con mil lucecitas y diferentes adornos. Y luego tenemos cinco árboles más en otros rincones de la casa. Además de ello, mantenemos el ritual clásico, desde el menú, hasta la tradición de cantar villancicos, es decir, la navidad clásica eslovaca.

Les deseo a todos Ustedes la feliz Navidad, tal y como yo tuve la suerte de vivirla cuando era niño y vivía en Eslovaquia. Creíamos que los regalos eran traídos por Jesús, creíamos que existía la felicidad y que la vida era muy muy larga. Y cuando confías en cosas positivas, se cumplen. Al menos a mí se me ha cumplido todo".

Mária Mangová

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