En Eslovaquia no se recicla demasiado pese a las posibilidades existentes

A pesar de que Eslovaquia ha construido una amplia infraestructura para la separación y recuperación de residuos, valorada en más de 300 millones de euros, nuestro país tiene una baja tasa de reciclaje de los desechos municipales. De hecho, excepto el reciclado de residuos orgánicos y papeles, el resto sigue teniendo unos resultados problemáticos. Así pues, la mayoría de desperdicios generados por los habitantes de Eslovaquia sigue acabando en los vertederos. En comparación europea, tenemos una baja producción de residuos municipales per cápita (el promedio entre 2005 y 2015 es de 305 kg/año), así como en términos absolutos (1,6 millones de toneladas/año), pero la tasa de reciclaje de los residuos municipales, situada al nivel del 14,9 %, es de las más bajas de Europa. El resultado de todo ello es que Eslovaquia tiene la más alta tasa de vertido público sin reciclar de todo el grupo de países del V4, y también de la Unión Europea. Una de las razones para esta alta tasa de eliminación, preferida a la recuperación de residuos municipales es, según diversos analistas gubernamentales, las bajas tasas que imponen los vertederos y la escasa motivación que ello comporta para aumentar el grado de recogida selectiva. El Ministerio de Medio Ambiente ya ha anunciado, pues, que estás tasas aumentarán. Otro factor al que los mencionados analistas atribuyen el bajo nivel de reciclado sería el anticuado sistema de anotación y los diversos métodos de recuento del reciclado. Por todo ello, según se indica desde el ministerio, debería ser prioritaria la creación de un sistema centralizado que garantizase una mejor recogida de datos y mejorase su calidad. El Ministerio pretende que este sistema funcione antes de tres años. Por otra parte, también se conoce de las significativas diferencias de coste en el momento de cerrar un vertedero, lo que requiere de un aumento de la tasa de recuperación de residuos, que en algunas regiones eslovacas representa un aumento de más del 10 %. El Gobierno ha dedicado a este fin, hasta el momento, casi 80 millones de euros, procedentes en su mayor parte de los eurofondos.