Los líderes de 30 estados y representantes de más de 100 países, entre ellos Eslovaquia, República Checa, España, Italia, Rusia, Argentina y Chile, participaron el pasado domingo y lunes en Pekín en el One Belt One Road - un foro para promocionar la nueva Ruta de la Seda, el gran proyecto liderado por China a fin de mejorar la conectividad entre Asia y Europa con infraestructuras e inversiones. El proyecto, que busca construir carreteras, vías férreas, puertos, plataformas logísticas y otras infraestructuras en más de 60 países y que cuenta con la inversión de 114 mil millones de euros, fue ideado por el presidente chino Xi Jinping ya en 2013, durante una visita oficial a Asia Central. Eslovaquia estuvo representada en ese encuentro por el ministro de Economía, Peter Žiga. "Eslovaquia esperaba este gran proyecto de inversión. Nos hemos dado cuenta de que se trata de una oportunidad histórica, considerada como el proyecto del siglo. Parece que el interés en poner en marcha la nueva Ruta de la Seda lo tiene tanto China como otras potencias, por ejemplo, Rusia. Aunque los detalles aún se desconocen, queda sólo contestar a la pregunta si se realizará con o sin nosotros", afirmó el ministro. Nuestro país está interesado, sobre todo, en las inversiones relacionadas con el transporte ferroviario, incluidos los cargaderos y puntos de transbordo, y en otras actividades de inversión chinas. Las negociaciones con la parte china, a decir del ministro, se realizaran en un futuro muy cercano dado que están incluidas en la Concepción del desarrollo y las relaciones con China, aprobada en el mes de abril por el gobierno eslovaco. El ministro Žiga aprovechó su viaje de trabajo para entrevistarse también con representantes de la compañía Huawei, ya presente en el mercado eslovaco. Entre los temas debatidos durante este encuentro destacó el de las innovaciones, la evolución de las tecnologías smart y el apoyo a los proyectos de ciudades inteligentes.
La Ruta de la Seda fue una red de rutas comerciales diseñadas a partir del negocio de la seda china desde el siglo I a. C., que se extendía por todo el continente asiático, conectando a China con Mongolia, el subcontinente indio, Persia, Arabia, Siria, Turquía, Europa y África.
