Los políticos eslovacos hacen una valoración del legado de la Revolución de Terciopelo

Durante el pasado fin de semana conmemoramos en nuestro país el 28 aniversario de la llamada Revolución de Terciopelo que desembocó en la caída del régimen totalitario y en la instauración de un sistema político más libre y democrático. Los representantes de los partidos políticos con representación en la Asamblea Nacional de la República Eslovaca valoraron el legado de esos acontecimientos históricos. Ján Budaj, uno de los líderes de la Revolución de Terciopelo y en la actualidad presidente del partido Zmena zdola (Cambio desde abajo) y miembro del grupo parlamentario opositor OĽaNO-Nova, destacó que los ciudadanos de nuestro país ya se han dado cuenta que deben participar más en los procesos electorales si quieren que mejore la calidad de nuestra democracia. A decir de Peter Osuský, diputado del Parlamento eslovaco y miembro del otro partido opositor SaS, la libertad en noviembre de 1989 la conseguimos a un precio muy barato y prácticamente sin lucha. Según sus palabras, ésto también significa que todavía no hemos asumido completamente la responsabilidad por todo lo que ocurre en nuestro país. Osuský también destaca que los resultados de todas las elecciones son un reflejo exacto de nuestra imágen. Miroslav Číž, diputado y miembro de la Presidencia del mayor partido gubernamental Smer-SD, dice que la libertad y la democracia representan los valores básicos y fundamentales del ser humano en el marco de su vida social y por estas razones tiene gran importancia esta conmemoración. Según sus palabras, es evidente que han cambiado muchas cosas, tanto en nuestro país, como en el extranjero. A decir de Číž, el nuevo sistema social y económico, instaurado tanto en Europa occidental como en Eslovaquia, ha empezado a generar sus propios problemas. Anton Hrnko, también diputado y vicepresidente del otro partido gubernamental SNS, resalta que uno de los legados de la Revolución de Terciopelo es la responsabilidad que comienza a convertirse en uno de los valores básicos de nuestra sociedad. Según sus palabras, la Revolución de Terciopelo constituyó un cambio radical en las relaciones políticas, sociales y económicas. A decir de Hrnko, después de la Revolución de Terciopelo empezamos a construir una sociedad nueva, basada en la democracia, el estado de derecho y las elecciones libres. Según sus palabras, todo este proceso requiere de mucha responsabilidad y precisamente la responsabilidad es lo que nos falta todavía, porque mucha gente se comporta de manera irresponsable.