Se cumplen diez años de pertenencia de Eslovaquia a Schengen

Se cumplen diez años de pertenencia de Eslovaquia a Schengen

El próximo jueves se cumplen los diez años de la entrada de Eslovaquia en el espacio Schengen. Con ese ingreso, Eslovaquia, recibía la posibilidad de libre circulación para sus ciudadanos, en el interior de la Unión, sin controles fronterizos de ninguna clase. Hoy, diez años después, tanto la coalición gubernamental como la oposición están de acuerdo con que el convenio de creación en Schengen es una de las mayores aportaciones a la integración. Para uno de los partidos de la coalición de Gobierno, Most-Híd, el espacio Schengen es el instrumento que permite a los ciudadanos eslovacos sentir, a diario, las ventajas de pertenecer a la Unión. Con todo, afirman que Schengen necesita de cambios y del refuerzo de las fronteras exteriores para asegurar un buen funcionamiento. Por otra parte, el partido liberal SaS percibe de manera crítica los intentos de algunos países de violar los principios de ese espacio, cuando durante los años 2015 y 2016 miles de personas se trasladaron por Europa sin ningún tipo de control. El ministro del Interior, Robert Kalíňák, no podría imaginarse que Eslovaquia pudiera llegar a perder este privilegio. A su entender, es uno de los elementos de la libertad por la que se luchó en 1989. Kalíňák afirmaba también que es necesario proteger mejor las fronteras exteriores, razón por la cual Eslovaquia ha enviado a sus policías a la frontera entre Serbia y Hungría, y está preparada para ayudar allí donde las fronteras se vean amenazadas. De todas maneras, afirma que Eslovaquia no tiene la intención de renovar los controles en sus fronteras, cosa que sí han hecho algunos países. Con todo, la situación se monitorea continuamente, y está preparada para actuar en caso de necesidad. Facilitar los viajes de trabajo, las vacaciones, así como la multiplicación, por dos, del comercio exterior son algunos ejemplos de ventajas habidas por el hecho que Eslovaquia pertenezca a la zona Schengen. Una posible eliminación de este acuerdo tendría consecuencias negativas para la economía eslovaca, incluida la reducción en la competitividad del país, y la pérdida de muchos puestos de trabajo. Según analistas, el 76 % de todas las exportaciones eslovacas se realizan a los países del espacio Schengen, alcanzando el 52 % del total de importaciones las que proceden de estos países. Además, también la libre circulación de bienes, capitales y servicios se ha venido a sumar a la libre circulación de personas. Esta ha influido, de forma definitiva, en la aparición de empresas, en el desarrollo del turismo y en la creación de empleo.


Hilari Ruiz de Gauna i Torres, Foto: TASR

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