Los presidentes de Chequia y Eslovaquia debatieron sobre la creación de la Casa Checa en Bratislava

Las relaciones bilaterales entre Chequia y Eslovaquia siempre han sido extraordinarias. Se desprende de nuestra historia común y ha quedado demostrado con la visita oficial del reelegido presidente checo Miloš Zeman a nuestro país, que eligió a Eslovaquia como destino de su primer viaje al extranjero. En esta ocasión Zeman se ha entrevistado con su homólogo eslovaco Andrej Kiska en los Altos Tatras. Debatieron sobre el desarrollo de la cooperación bilateral, tema que resalta sobre todo este aňo, cuando recordamos varios aniversarios redondos, entre ellos el centenario del surgimiento de la República Checoslovaca. Ambos mandatarios abordaron el tema de la fundación de la Casa Checa en Bratislava, dado que la Casa Eslovaca en Praga, establecida en el aňo 2014, todavía no tiene una institución equivalente en Eslovaquia. Miloš Zeman lo comentaba con estas palabras: "Nosotros invertimos nueve millones de euros en la Casa Eslovaca en Chequia, ahora es su turno. He decidido solucionar este último problema en nuestras relaciones y estoy preparado para dedicarle los cinco aňos de mi mandato". El presidente eslovaco le respondió: "A pesar de que somos una economía más pequeňa que la checa, seguramente vamos a ahorrar los recursos necesarios para surja la Casa Checa en nuestra capital. Me encanta que por fin arranque su construcción". Vladimír Skalský, jefe de la Asociación Mundial de los Eslovacos Residentes fuera del País, ha comprobado que los ministerios de exteriores de los dos países también están acerca del proyecto y que para estos fines ya ha sido elegido un edificio adecuado en el centro de la capital eslovaca. "Tendría un gran valor simbólico colocar la piedra fundacional este aňo, un aňo rico en aniversarios importantes. Espero que la Casa Checa en Bratislava pueda abrir sus puertas a finales de 2019". Los presidentes también hablaron de las celebraciones por el centenario del surgimiento de la primera república común de checos y eslovacos, destacando que iban a organizar un viaje en el tren presidencial de Brno a Bratislava. "Este aniversario es una buena oportunidad para recordar todo lo que nuestros países han logrado juntos, y para celebrarlo de una manera digna y bonita", aňadió Kiska.