Ciudades eslovacas sufren de escasez de oxígeno

En la mayoría de las ciudades eslovacas faltan superficies verdes. Y como consecuencia de la abundante cantidad de hormigón y de la escasez de oxígeno, durante los tórridos veraniegos éstas sufren de sequías y de una alta tasa de CO2. La baja presencia de superficies verdes en las poblaciones eslovacas está confirmada también por el Urban Atlas europeo, elaborado con fotos tomadas por satélites en 2006, año desde el cual la situación todavía ha empeorado. La ciudad que dispone de menos zonas verdes, solo un 2,03% de la superficie total incluidos los bosques colindantes, es la ciudad de Trnava. El desaventajado trío se ve completado por Bratislava y Košice, con un 11,05% y 16,15% de superficie verde, respectivamente. Por otro lado, la mejor situación es en Banská Bystrica con 56,08% de zona verde, gracias a la gran cantidad de bosques urbanos. Las ciudades eslovacas realmente tienen muchas dificultades en conservar los parques u otro tipo de verde urbano. Una de las soluciones podría ser la instalación de techos verdes, que aportan numerosos beneficios para las personas y el medio ambiente urbano. El ministerio de Medio Ambiente lanzó en abril una convocatoria cuyo objetivo es el de detener la mayor posible cantidad de agua de precipitaciones. En el marco del programa operativo intitulado la Calidad del Medio Ambiente deberían repartirse 17 millones de euros de fondos europeos. En la actualidad está activa también la convocatoria para obtener dotaciones para la Adaptación al impacto negativo de los cambios climáticos, particularmente destinada para la protección ante las inundaciones. Las alcaldías pueden pedir los respectivos medios económicos hasta la finalización de los fondos. Las dotaciones están destinadas al apoyo de proyectos que tengan la capacidad de detener el agua y usarla con efectividad. A decir de Peter Robl, de la plataforma Edificios para el futuro, justamente los techos verdes cumplen los requisitos necesarios, no exigen terrenos nuevos y pueden cubrir los techos de edificios públicos, técnicos, casas de vivienda o garajes.