La cifra de jóvenes que consumen sustancias prohibidas es cada vez mayor, principalmente en la capital eslovaca, Bratislava. Así de concluyente resulta ser el informe policial sobre la situación de la droga en el territorio eslovaco.
Se trata, sobre todo, de niños provenientes de grupos sociales con bajos ingresos económicos.
Según la policía, la droga es de producción nacional, pero que la cocaína llega del extranjero. Los contrabandistas utilizan Eslovaquia como país del tránsito.
Acorde con los datos de 2014, los jóvenes comenzaban a consumir drogas después de los 16 años. Sin embargo, hoy en día entre los consumidores aparecen niños que ni siquiera alcanzan los 13 años de edad.
Michal Slivka, portavoz de la Policía, confirma que los estupefacientes más extendidos en el país son el pervitin y la marihuana.
El sociólogo Peter Ondrejkovič aclara que hay varios grupos de adolescentes que empiezan a consumir drogas a edad muy temprana. Por ejemplo, los de familias con elevados ingresos económicos que prueban las drogas por curiosidad, luego hay otro grupo que es fácilmente influenciable por los drogodependientes y, finalmente, están los niños de familias humildes. Las razones, según Ondrejkovič, pueden ser el entorno social y su fácil acceso a los narcóticos.
Según la policía, las personas en edad productiva también consumen estas drogas. El mayor problema se manifiesta en Bratislava, en los barrios de Petržalka y Zlaté Piesky, donde se celebran muchos festivales.
Los contrabandistas se ven atraídos por la posición geográfica de nuestro país, que tiene fronteras con Chequia, Hungría, Austria y por ello el aeropuerto de Bratislava sirve de tránsito entre América Latina y Europa.
La policía confiscó la semana pasada 300 dosis de cocaína en Malacky, población cercana a la capital del país. En la redada también fue detenido un miembro de las fuerzas armadas.
