Los militantes del partido Smer-SD de la región de Košice han iniciado un debate sobre el futuro de su partido, la principal fuerza política del gobierno eslovaco. Han enviado una misiva abierta a los medios de comunicación masiva, en la que se quejan de la situación del partido. A decir del vicepresidente de Smer-SD, Peter Žiga, la situación no es habitual, pero no debería ser resuelta a través de los medios de comunicación, sino en el seno del partido. No obstante, como ha alegado, será imprescindible esclarecer los valores y principios del partido. "Tendremos que volver a definir qué es la democracia social y si nosotros todavía la representamos. Yo, personalmente, soy partidario de este programa político, pero hay algunos militantes del partido que prefieren valores distintos. Es algo que tenemos que debatir para acabar con los conflictos de opiniones y presentar un postura común", acotó Žiga. A decir del premier Peter Pellegrini, resulta prematuro hablar de cambios personales, sin embargo, el partido necesita pasar por una reforma fundamental. "Voy a hacer todo lo necesario para que SMER-SD gane las elecciones parlamentarias y forme parte del próximo gabinete. Si conseguimos transformarnos, me gustaría continuar con SMER-SD, pero tengo que decir, que si no se produce algún cambio, tendré que salir de las filas del partido", explicaba Pellegrini, añadiendo que no pretende incorporarse a otro partido. Jaroslav Baška, miembro de la directiva del partido, ha comentado la situación con estas palabras: "En Smer-SD siempre ha habido un debate abierto. Creo que por eso deberíamos continuar hablando abiertamente en las reuniones del partido y no a través de los medios de comunicación. Además, opino que las declaraciones políticas no deberían estar motivadas por las ambiciones políticas incumplidas. Me refiero concretamente a la eurodiputada Monika Smolková, que esta vez no ha aparecido entre los candidatos". La crisis en el seno del partido ha surgido también debido a los resultados obtenidos en las elecciones al Parlamento Europeo, en las que SMER-SD consiguió sólo tres escaňos.
