En los 110 años de explotación carbonífera en la región de Horná Nitra, más de 470 mineros han muerto en accidentes de trabajo. Eslovaquia conmemora a estas víctimas cada 10 de agosto desde el año 2009, cuando ocurrió la mayor tragedia en la historia moderna de la minería eslovaca: la muerte de 20 mineros y socorristas en las minas de Handlová.
El próximo sábado, 10 de agosto a las 9.30, a la hora cuando se estableció el último contacto con los 20 mineros y socorristas que fallecieron hace 10 años, sonarán las campanas de la Iglesia de Santa Catalina en Handlová. Una delegación de mineros colocará un ramo de flores blancas en el Monumento al Minero y rendirá homenaje a los colegas y amigos perdidos por la explosión de gases.
"La mayor tragedia en la historia de la minería carbonífera eslovaca afectó profundamente a todos los empleados de las minas en Horná Nitra. Fue una prueba muy dura para los socorristas mineros, para los ejecutivos y también para todos los que participaron en la liquidación de sus consecuencias", afirmó Adriana Siváková, la portavoz de las Minas de Prievidza.
La parte de la mina donde se produjo el incendio fue tapada con hormigón, y aislada del resto del subterráneo. La explotación de la mina oriental fue cedida definitivamente en octubre de 2013.
"El público percibe el trabajo de los mineros como uno de los oficios más peligrosos. Sin embargo, accidentes mortales y tragedias como la del 2009 son extraordinarios y nunca han sido parte normal del trabajo cotidiano en las minas", agregó la portavoz. "A pesar del uso de las tecnologías modernas y de nuestro cumplimiento riguroso con las medidas de seguridad laboral para proteger la salud y las vidas de nuestros empleados, hay situaciones imprevisibles en las que los humanos somos indefensos ante los peligros de la naturaleza", concluyó.
Se homenajeará a los mineros fallecidos en el ejercicio de su oficio también con una misa solemne, que tendrá lugar el 30 de agosto en la Iglesia de Santa Catalina en Handlová.
