Los jóvenes se sienten atraídos por la extrema derecha

Según la encuesta, realizada recientemente por la agencia Focus por encargo del Consejo de Juventud de Eslovaquia, un 18,9% de los jóvenes entre 18 y 29 años de edad votaría en las próximas elecciones parlamentarias por el partido de extrema derecha Partido Popular Nuestra Eslovaquia. En el segundo puesto se ubicaría el partido Por la gente, del ex presidente eslovaco, Andrej Kiska, seguido por Eslovaquia Progresista. Más de una cuarta parte de los jóvenes todavía no sabe a quien va a votar o no pretenden acudir a las urnas. Los mencionados resultados constituyen una señal alarmante sobre el estado de la sociedad. A decir de la socióloga, Silvia Porubänová, también es culpa de los partidos parlamentarios que se dedican a temas insignificantes, perdiendo así la confianza de los votantes. La politóloga, Aneta Világi, opina que en estos resultados se ve reflejada la fuerte influencia de las redes sociales y páginas de internet del contenido dudoso. Porubänová alega, que el hecho de que cada uno de cinco electores menores de 29 años de edad se incline por la extrema derecha tiene que ver con la poca experiencia de la juventud. "Temo de que si la encuesta abarcara también a los jóvenes de 17 años edad, el resultado sería aún peor, o sea, que la cifra a favor de Marian Kotleba, líder del Partido Popular Nuestra Eslovaquia, sería aún más alta. Cuando Kotleba habla sobre la atención sanitaria y la enseñanza gratuitas, es obvio que no sería gratuito, dado que el Estado es quien tiene que cubrir todos esos gastos. Y los jóvenes no lo entienden. Tampoco han conocido otro régimen diferente a la democracia, no tienen la experiencia con que la libertad no es algo natural y no pueden compararlo con otro sistema político. Su actitud es consecuencia de la desconsolación, de su pérdida en esta maraña de calumnias y mentiras", acotaba la socióloga, Porubänová. Aneta Világi considera un gran problema la influencia de las redes sociales, que nos brindan información que no ha sido verificada, al revés, su papel es escandalizar. "A menudo este tipo de información socava los fundamentos de la democracia, del funcionamiento del sistema político como tal, preparando el terreno para los partidos extremos", subraya Világi. Según los expertos, la única forma de mejorar esta situación es hablando todo el tiempo con los jóvenes sobre nuestra historia y los principios del sistema político en el que vivimos.