El Festival Internacional de Cine de Berlín abre hoy sus puertas a la participación también de varios cineastas eslovacos. En la 70 edición de este prestigioso festival, que este año celebra un aniversario redondo, será estrenada la cinta Služobníci (Sirvientes) de Ivan Ostrochovský. La película se desarrolla en el año 1980, en la ciudad de Ružomberok, siendo sus personajes principales dos estudiantes de la Facultad de Teología de la Checoslovaquia totalitaria. El filme de Ostrochovský aparecerá en la nueva sección Encuentros, que presenta tanto trabajos formales como de contenido profundo realizados por cineastas innovadores. Esta la única película eslovaca que fue incluida en una sección competitiva. No obstante, los espectadores también podrán ver los filmes FREM de Viera Čákanyová, que mezcla elementos de documental con los de drama y es caracterizada por sus autores como un réquiem audiovisual por la especie de Homo sapiens. Narra como la inteligencia artificial ha entrado en el mundo físico y lo está descubriendo.
En la sección Gala Especial de la Berlinale tendrá su estreno mundial la coproducción eslovaca-checa-irlandesa-polaca, Šarlatán (Charlatán), de la directora polaca, Agnieszka Holland.
El cine eslovaco también estará presente en las proyecciones del European Film Market, en el que además de las películas mencionadas, será posible ver Nech je svetlo (Qué haya luz) de Marko Škop, Sviňa (Cerdo) de Mariana Čengel Solčanská y Žaby bez jazyka (Ranas sin lengua) de Mira Fornay, que narra un día en la vida de un perpetrador de violencia doméstica. El festival cerrará sus puertas el primero de marzo.
