El Estado quiere controlar los materiales que la gente usa para la calefacción

El Estado quiere controlar los materiales que la gente usa para la calefacción

El Ministerio del Medio Ambiente empezará próximamente a monitorear las calderas a combustible sólido con el objetivo de averiguar si la gente no utiliza en la calefacción de los hogares materiales inapropiados. Dado que en realidad se trata de la inspección de hornos y chimeneas, los controles serán realizados por los deshollinadores. A través de esta medida el ministerio quiere reducir la contaminación del aire y motivar a los ciudadanos para que lleven las calderas viejas a los depósitos de basura, ya que la calefacción de los hogares representa, junto al transporte, la fuente principal de las emisiones nocivas en Eslovaquia. Según cálculos estimados, cerca de 120 mil hogares usan para la calefacción dispositivos obsoletos de más de 30 años y, en muchos casos, emplean un combustible inapropiado. La cartera medioambiental tiene previsto establecer límites de contaminación del aire y, los hogares que superen estos límites recibirían de parte de la alcaldía un aviso. Después de dos avisos, la alcaldía enviará al deshollinador, que controlará la situación en el hogar y, en el caso de encontrar algún fallo, podrá sancionar al propietario del mismo con una multa. El sistema que ha funcionado hasta ahora en Eslovaquia data de los años 70 y si bien incluye controles periódicos de todos los tipos de chimeneas, no prevé ningún tipo de sanción para los que emiten cantidades excesivas de sustancias nocivas. A la hora de introducir estos controles el Ministerio de Medio Ambiente se ha inspirado en Alemania, Austria y la República Checa. Según los datos presentados por el Instituto de Hidrometeorología y por la Oficina de Estadísticas de la República Eslovaca un 90% de los hogares eslovacos usa leña para la calefacción y sólo la mitad de estos la utiliza de manera correcta, es decir, madera seca. Desgraciadamente a veces también hay hogares en los que se queman varios materiales inadecuados, incluidos aquellos que deberían ser tirados a la basura. Los deshollinadores apoyan la nueva medida y han expresado su plena disposición a realizar los controles. El jefe de la Cámara de Deshollinadores de Eslovaquia, Peter Šuľan, constató que su organización viene proponiendo la medición de la contaminación del aire con dispositivos portátiles desde el año 1998. La medida forma parte del Programa Nacional para la reducción de las emisiones, que incluye además ayudas para sustituir calderas viejas por equipos nuevos.

Ladislava Hudzovičová Foto: TASR

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