Eslovaquia comprende la necesidad de actuar frente al cambio climático y está lista para las transformaciones necesarias en este ámbito. Por eso, hemos elevado nuestras ambiciones y apoyamos acciones aceleradas que permitan lograr la neutralidad climática en 2050 y la estrategia de desarrollo de tecnología baja en carbono, que debería estar lista a principios del próximo año. Así lo declaraba el lunes el primer ministro eslovaco Peter Pellegrini desde la cumbre climática de la ONU (COP25) que se celebra en Madrid.
Pellegrini destacó que Eslovaquia ha decidido reducir su producción de electricidad a partir del carbón, lo que conducirá a un cese gradual de la minería del lignito en algunas regiones, pero, al mismo tiempo, hizo hincapié en la necesidad de garantizar la seguridad social en esa región tras el cierre de las minas.
En el marco del evento, el premier también anunció un aumento de los objetivos de reducción de emisiones del 12 al 20 por ciento para 2023, así como un esfuerzo por aumentar los objetivos de eficiencia energética y energía renovable para 2030.
