La situación en Eslovaquia es extraordinariamente tensa y resulta muy difícil conseguir un consenso básico, incluso en las cuestiones elementales para el funcionamiento del Estado y de la sociedad. Así lo afirmó ayer el presidente del Gobierno de la República Eslovaca, Robert Fico, al comienzo de su discurso, pronunciado en la sede histórica de la Oficina del Gobierno de la República Eslovaca, donde firmó la Declaración sobre el Desarrollo del Diálogo Social en la República Eslovaca con representantes de socios sociales, administraciones regionales y locales, y representantes religiosos y científicos. A decir de Fico, la situación es grave tanto dentro del país, como también en la escena internacional y también por esta razón hay que hablar con todos los representantes relevantes de las esferas económica, social y cultural de nuestro país. Según sus palabras, este formato no aprobará decisiones, pero estas conversaciones influirán significativamente en las decisiones de su gobierno.
La Academia de Bellas Artes y Diseño en Bratislava (VŠVÚ, según sus siglas en eslovaco) protesta contra la firma del memorando sobre el diálogo social con el premier del país. Según su comunicado más reciente, la presidencia de la Conferencia de Rectores de Eslovaquia firmó el documento antes mencionado sin su aprobación.