Muchos de nosotros apreciamos lo bella que es la alterancia de las estaciones del aňo, no obstante tampoco aquí, en Eslovaquia, podemos estar seguros de que vaya a ser así para siempre. Todo es al revés: si en los EE UU las temperaturas alcanzan 50 grados centígrados bajo cero, nosotros recolectamos setas, aunque normalemte en diciembre y enero todo está helado y cubierto por la nieve.
Además, la gente recolecta setas no sólo en las partes sureňas y calientes, sino también en la región de Kysuce, ubicada al norte del país. A mi me ha interesado saber si los buscadores de setas no temen comerlas en un período del aňo tan raro:
“Seguramente las comería, ¿porqué no? Hace un par de días encontré setas aquí, cerca de Bratislava, en Železná Studnička, y preparé con ellas una sopa muy rica.”
“Yo no recolecto setas ni siquiera en verano. ¡Mucho menos en invierno!”
“No las comería, porque no sé si serían sanas. Claro que me gustan las setas, pero sólo de verano y otoňo.”
¿Y qué dice a este respecto la experta en micología Ivona Kautmanová?
“Sin lugar a dudas recomiendo a todos recolectar y comer las setas precisamente durante estos meses, porque ahora tienen su mayor poder curativo. Por ejemplo, el champiňón ostra es un medicamento natural excelente y el invierno es su mejor temporada. También crecen las setas conocidas bajo los nombres enoki o setas de aguja de oro y que, además, benefician mucho la salud. Debo mencionar también la oreja de Juda, apreciada en el Oriente. Bueno, pero estas setas es posible recolectarlas cada aňo, mientras que este aňo es muy particular, dado que hasta ahora es posible encontrar también las especies típicas del verano y el otoňo. Y en estos casos es cierto que no está bien comerlas, sobre todo si se han helado por lo menos una vez.”