Hoy se han encontrado en nuestro estudio un realizador aficionado con un profesional en este ámbito. A ambos les gustan los experimentos, ambos prefieren verlo todo con sus propios ojos en vez de recibir impresiones de segunda mano y ambos documentan lo visto con su amada cámara. Por último, pero no por ellos menos importante, ambos llevan el mismo nombre: Miroslav Remo. Invito en este estudio a los Remo, padre e hijo. Primeramente le cedo la palabra al padre.
”Yo me dedicaba al rodaje de películas sólo como un aficionado, lo fue en los aňos 70, cuando también fundé dos grupos de amateurs, uno en la ciudad de Považská Bystrica y otro en mi pueblo natal de Ladce. Quería estudiar este arte también en la universidad, sin embargo un par de veces fracasé en los exámenes de inscripción. Eso no me desanimó y continuaba rodando como un aficionado, incluso empecé a dedicarme al cine profesionalmente como teórico.”
Y también ha servido de ejemplo a su hijo Miro, uno de los documentalistas eslovacos contemporáneos más exitosos. Por lo menos en cuanto a la persistencia, dado que él logró pasar los exámenes de inscripción en su tercer intento. Y que se trató de una buena elección lo demostró ya uno de sus primeros documentales, Arsy versy, el cual ganó 36 premios prestigiosos en los festivales de todo el mundo. Por lo menos en cuanto al número de los premios es el documental eslovaco más triunfante.
”Confieso que a mí no me gustaba la cinematografía eslovaca, me parecía demasiado romántica, rodada de una manera ajena a los jóvenes. Me interesaban más las películas norteamericanas, lo clásico. Hasta que después, gracias al contacto con gente bastante interesante, nació la idea de dedicarme al documental y dirigir mi atención de este modo hacia muchos temas que me interesaban. Es evidente que en los últimos aňos se ha formado una generación de documentalistas eslovacos muy fuerte y que tienen buenas ideas. El problema por eso no se trata de atraer al público. Lo complicado es conseguir las finanzas, dado que van manteniéndose los flujos de finanzas tradicionales. El apoyo que van recibiendo siempre los mismos artistas da lugar a que sólo los temas tradicionales estén subvencionados por el estado. A mi modo de ver, hay que fomentar los proyectos más experimentales y tal vez menos ambiciosos”, dice Miro Remo. Arsy versy enfoca la relación entre la madre y su hijo, quien ha rechazado participar en las actividades de esta sociedad y ha encontrado su refugio en el mundo de las mariposas y los murciélagos. Su única investigación de murciélagos sólo fortalece su imagen de loco, la que le ha sido acreditada en el pueblo. Su vieja madre teme por el futuro del hijo cuando ella ya no esté. El protagonista del documental vive en el pueblo natal de Miro Remo, en Ladce. Sólo aňado que en este filme se manifiesta claramente la estrecha cooperación de padre e hijo, dado que Miro Remo utilizó en el filme las secuencias de archivo rodadas por su padre. Continúa hablando: ”Antes de empezar mis estudios en la universidad, estaba en paro y aquel aňo me lo pasé en la taberna en el pueblo de Ladce. Allí me vino mucha inspiración, sólo hablando con la gente del pueblo. Hasta ahora me interesa sobre todo la gente común, sus destinos interesantes, prefiero los retratos. Hay documentalistas que desnudan de una manera brillante los negativos de la política contemporánea, como es por ejemplo Zuzana Piussi, pero no es mi caso. Me atrae, cuando alguien lleva la vida diferente a lo ”normal”, cuando tiene su propia óptica. También me fascinan las personalidades que han creado algo excepcional, me gusta enfocar su grandeza y su originalidad.” Y su padre aňade: ”Yo nunca entiendo cuando algún director dice que no tiene el tema, que le falta la inspiración. Uno no tiene que salir de un pueblo tan pequeňo como es Ladce y a cada paso descubre algo digno de compartirlo con los demás.” Miro Remo, hijo, ha rodado hasta ahora nueve documentales, entre ellos también el retrato del fotógrafo Tibor Huszár, conocido sobre todo por sus series de fotos de los gitanos y de Nueva York, quien murió el 11 de septiembre de este aňo. Comeback, así se llama el último filme de su taller, y habla sobre la prisión en la ciudad de Ilava, la más dura en Eslovaquia, o mejor dicho, sobre la vuelta de los detenidos a la libertad. La anotación a este docu dice: ”Después de aňos pasados en la cárcel más vigilada de Eslovaquia, estás fuera de aquellas murallas. El régimen regular y que se repetía cada día cambia totalmente. Sabes que hasta ahora nadie de la celda ha conseguido buscarse la vida. Sientes como te faltan 15, 20 aňos y no tienes nada. En la prisión no fue posible ganar ni un duro. Has perdido la casa, la familia. Estas libre, pero no sabes ni donde se halla la parada de autobuses. Boquiabierto miras a tu alrededore, a todas las mujeres, a los coches, al estilo de vestir, aprendes a manejar el móvil. Pides trabajo, pero tu registro de antecedentes penales es largo como un recibo. Simplemente, tu casa es la prisión". El autor del documental apostilla: ”Cuando viajaba con el tren cerca de la cárcel de Ilava, siempre me preguntaba qué había detrás de las murallas. Cuando empezamos a rodar el documental, nos dimos cuenta de que sobre este tema habríamos podido rodar un largometraje. Ahora hace ya tres aňos que trabajamos sobre ello. Comeback será la historia de dos prisioneros que abandonan la cárcel e intentan buscarse la vida”. Y para terminar, un par de palabras de Miro Remo senior sobre el documental eslovaco como un fenómeno extraordinario: ”A mi modo de ver, vivimos un renacimiento del documental eslovaco. Hace 15 y más aňos casi no existía el documental largometraje, mientras que ahora cada aňo aparecen nuevos temas, siempre adaptados de una manera original y atractiva. Entonces, sí, soy muy optimista en cuanto al futuro de este arte en Eslovaquia.”