Lo conozco desde mi infancia, por eso la siguiente entrevista me resulta un poco sentimental y un recuerdo muy fuerte, ya que Robo Kirchhoff me vincula precisamente con los Días de Jazz, dado que ambos somos hinchas de este género musical. Robert Kirchhoff, además de aficionado al jazz, es documentalista, director, profesor en la Academia de Bellas Artes, guionista, operador de cámara, alpinista y corredor de maratón.
Sin embargo, por encima de todo es un rebelde y, como tal, también ha despertado reacciones diversas con su último documental, “La Causa Cervanová“, que van– desde el rechazo hasta la admiración y la apreciación de su trabajo.
“Estoy convencido de que "La Causa Cervanová" sirve como un papel de tornasol para medir el nivel de esta sociedad. Demuestra qué es lo que ha cambiado y lo que no desde el inicio del período de normalización. Se trata de la historia de un asesinato y nos narra la actitud de nuestros tribunales, la investigación policial y la sospecha de que los condenados (desde 4 a 24 años de prisión) fueran inocentes.
Para explicárselo a los oyentes: en su documental “La Causa Cervanová“ nos relata el caso judicial más llamativo del período del socialismo, que se prolongó durante muchos años. Siete jóvenes de Nitra fueron condenados por la violación y el asesinato de la joven estudiante Cervanová. ¿Eran inocentes? Esta pregunta no ha sido respondida hasta el día de hoy, a pesar de que el caso está oficialmente cerrado. El asesinato se cometió en el año 1976, el primer proceso judicial se desarrolló durante 1982, el segundo en 1990 y el caso se abrió de nuevo en el año 2004. Precisamente cuando tú empezaste a dedicarte a este tema. Y aún tuvieron que pasar ocho aňos hasta su estreno.
“Si un proyecto de esas dimensiones lo lleva acabo un sólo hombre resulta muy improbable que destape todo el caso. En un año no hubiera hecho nada. Esta película ha sido para mí un trabajo muy exigente, ya que hay muchas personas involucradas, todas con su versión; y, además, quise hacer un documental de alta calidad estética. Lo más difícil para mí fue conseguir la confianza de los protagonistas. Imagínate, si alguien está sometido a interrogatorios policiales durante muchos años, resulta extremadamente complicado quitarle el miedo y animarlo a hablar. Pero también buscar a varias personas metidas en el asunto... no disponía de ningún material especial, a muchas personas tuve que buscarlas sin ningúna pista, sólo a base de su apellido. Mi intención no ha sido decir éstos son culpables y aquéllos no, yo no soy ni juez ni policía. Rodé este documental debido a la fascinación por lo monstruosos y poco transparentes que pueden ser los procesos judiciales y las investigaciones policiales, y por cómo pueden cambiar vidas de todos nosotros. Basta hallarse en mal momento en el lugar equivocado o, simplemente, servir de chivo expiatorio.”
¿Por qué los condenados todavía piden la reapertura del caso? Ya han cumplido su pena, ¿qué les importa ahora, después de pasar tantos años en prisión?
”No es fácil morir siendo considerado el asesino. Estos hombres, desde sus años más productivos hasta la vejez, han sido perseguidos en relación con el caso, con el cual, a decir de sus palabras, no tienen nada que ver. Me he esforzado en ser imparcial, pero he descubierto datos y he encontrado a testigos que me han obligado a dudar de la versión oficial. ¿Y por qué me importa a mí la reapertura del caso en mi película? Porque quiero que se devuelva la dignidad a nuestra justicia, que la gente pueda confiar en las estructuras directivas de esta sociedad. Además, como hemos visto últimamente en Eslovaquia, el documental tiene el poder de intervenir de una manera palpable en el acontecer de la sociedad.”
Robert Kirchhoff continua charlando: ”Me parece que esta sociedad no se ha enfrentado todavía a varíos capítulos de su historia, como son, por ejemplo, los procesos judiciales de los años 5O. Además, me falta la comprensión de lo que realmente es la cultura, qué importancia tiene para nosotros, para todos nosotros. Fue también la razón por la que rodabamos eventos culturales con mis amigos y los presentabamos, junto a los materiales de archivo, antes de los largometrajes en los cines comerciales. A mí me importa enfocar la realidad, lo que ocurre en esta sociedad y buscar siempre el grano de la verdad.”
Para finalizar esta charla mencionemos brevemente sus otros dos documentales. Como dice Robert Kirchhoff, es una norma no escrita que cada documentalista eslovaco tiene que rodar un documental sobre los gitanos y uno sobre la vida en el pueblo. Él mismo la cumplió, haciendo los documentales “La palabra negra“ y “Hey, los eslovacos!“.
”Es que los gitanos de poblados no tienen casi ninguna oportunidad de escapar de allí. Aunque el documental “La palabra negra“ trataba precisamente sobre algunos de ellos que sí lo lograron. Resulta muy difícil rodar un documental gitano que sea gitano y todavía accesible a gadjos (los blancos). “Hey, los eslovacos“ trata sobre nosotros, sobre cómo reaccionamos al capitalismo temprano, sobre nuestra entrada en la UE, sobre como a veces subimos y a veces bajamos, dejando llevarnos por estos cambios y siempre luchando por la existencia, por la vida digna. En el documental vemos a la gente que viven al borde de la pobreza, pero ellos mismos dicen que no son pobres. Ésta gente tiene mi mayor respeto.”