La mayoría de los eslovacos seguramente estarán convencidos de que en nuestro país no hubo ningún ataque terrorista durante el socialismo, particularmente en los tranquilos aňos 80. El documental titulado ”Los terroristas de terciopelo” desmiente esta sensación.
Continuamos con nuestra serie sobre los documentalistas eslovacos, hablando con Peter Kerekes, uno de los tres autores del documental Los terroristas de terciopelo, que ha llegado este aňo a nuestros cines: ”La idea de rodar un documental sobre los terroristas de la época de normalización vino de Palo Pekarčík, coautor de esta obra. Él querría narrar el destino de Fero Bednár, un hombre que pretendía organizar el atentado contra el presidente Gustáv Husák. Debido a varias coincidencias curiosas, su plan fue desvelado y él acabó condenado a 14 aňos de prisión, de los que realmente pasó en la cárcel sólo 6.”
El documental final está compuesto de tres historias separadas sobre tres terroristas, rodadas por tres cineastas: Pavol Pekarčík, Ivan Ostrochovský y Peter Kerekes (el más popular de los tres, galardonado varias veces por sus documentales anteriores, Cómo se cocina la historia y 66 temporadas). Pavol Pekarčík recuerda como nació el documental: ” Tropecé en un periódico regional con el nombre del prisionero político František Bednár. Encontré su número de teléfono y me sorprendió mucho lo joven que era. Simplemente quería ver a un prisionero político y saciar mi curiosidad. František Bednár había estado encarcelado con dos demás terroristas del documental. Entonces él mismo nos ayudó a encontrarlos.” Peter Kerekes aňade: ”Lo que nos atrae sobre este tema son las preguntas del tipo: ¿Hasta qué punto uno tiene que ser romántico y estar encegado para emprender alguna acción de cambio? ¿Y hasta qué punto es peligroso? Porque cualquiera acción lleva en sí el riesgo de daňos accesorios. Los protagonistas de nuestro documental no han daňado a nadie. Son, digamos, unos fracasados. Stano Kratochvíl quería hacer saltar por los aires la tribuna durante la Fiesta del Trabajo, el primero de mayo, no obstante, emborrachado, se quedó dormido debajo de la tribuna con dos bolsas de plástico llenas de explosivos. Vladimír Hučín hizo volar 53 vitrinas comunistas, en las que se exponían los nombres de los trabajadores ejemplares y de los miembros de milicias populares. No han matado, ni herido a nadie y tal vez ni siquiera sean capaces de hacerlo.”
Los tres documentalistas pasaron muchas horas en el Instituto de la Memoria Nacional investigando documentos de 800 páginas sobre cada uno de esos tres asuntos.
”Acorde con el párrafo 93 sobre actividades terroristas en la Checoslovaquia socialista, después del aňo 1968, se condenó a cuatro hombres. Uno de ellos ya murió y nuestra película es sobre los otros tres. No obstante, el documental Los terroristas de terciopelo es sobre todo sobre el amor, como pasa siempre en esta vida. Detrás de todo se busca a una mujer. Conociendo mejor a los protagonistas vimos que los motivos de sus delitos habían sido tres historias amorosas impresionantes”, aňade Kerekes.
A pesar de que el documental no es ni político, ni serio, más bien se trata de una historia de amor graciosa, Pavol Pekarčík ha respondido a la pregunta ¿por qué ver su película? con estas palabras: ”Para ver a alguien que se levantó de su sillón cómodo para hacerlo algo, cualquier cosa. Los disidentes católicos distribuían libros por el país y estos tíos hicieron volar algo por los aires. Es sólo una forma diferente.” El documental Los terroristas de terciopelo ha ganado el premio de la Federación de Críticos de Cine en el festival de Karlove Vary.