En la ciudad de Piešťany descubrí una muestra maravillosa, presentada en la Casa del Arte durante los meses de diciembre y enero. Su nombre era un poco extraño y creo que muchos ciudadanos, sobre todo, los jóvenes, que no visitaron esa exposición, hasta el día de hoy no tienen idea de qué se trataba. El nombre era "Party v 21.storočí"- "Las partas en el siglo 21". Debo subrayar que para la mayoría de los eslovacos la palabra parta no tiene ningún significado y el plural de esa palabra - party - podría ser confundida con la palabra inglés party que quiere decir "fiesta". Sin embargo, la gente que se dedica al folclore sabe que la parta es una especie de diadema adornado de flores que en el pasado llevaban las vírgenes. Nosotros visitamos esta exposición y para conocer más detalles entrevistamos a la fotógrafa Zuzana Sénášiová y al etnólogo Patrik Rago.
La idea de empezar a coleccionar "partas" surgió hace tres años durante un evento que llevaba el nombre de Hontianska paráda, que se celebra cada verano en el pueblo de Hrušov. Charlando con nosotros - dos etnólogas y un fotógrafo, mientras bebíamos vino, admiramos este objeto particular - la única y última "parta" de Hrušov - y enseguida, reconociendo su belleza y singularidad, empezamos a hablar de qué hacer para conservarla y mostrarla al resto del mundo. Primeramente se nos ocurrió sacarle fotos y presentarla así. Más tarde, esto nos pareció demasiado común e insuficiente. Nuestro objetivo era despertar el interés en muchas personas, sobre todo, en los jóvenes. Así, poco a poco, nació la idea de unir una simple fotografía de la parta con la pintura artística, luego con la pintura en la cara y con la presentación de los trajes regionales. Formamos un equipo de trabajo integrado por la pintora Sarah I. Avni, los fotógrafos Zuzana Sénášiová y Ľubomír Sabo, los etnólogos Katarína Chabrečeková y Patrik Rago y la maquilladora Andrea Ľubocká.
Ustedes han empezado en la región de Hont. Sin embargo, ¿la parta formará parte de los trajes nacionales también de otras regiones eslovacas, verdad?
Inspirándonos en la parta de Hrušov, decidimos monitorear todas las regiones del país para generar paulatinamente una colección seria de las partas eslovacas. Con bastante rapidez llegamos a reunir 33 partas, actualmente ha superado las 40 y lógicamente no termina ahí, puesto que seguimos buscando más. Incluso la misma gente que viene a ver nuestras exposiciones nos da consejos y direcciones donde encontrarlas. Y debo destacar que aún existen regiones eslovacas cuyas partas no hemos podido encontrar todavía. Como pasó, por ejemplo, con la región de Horný Zemplín. Pero, resumiendo nuestro empeño, cerca de 250 personas han trabajado y colaborado en nuestro proyecto durante tres años.
Puesto que somos una radio, es decir, intentamos, a través del sonido, que el oyente se haga una idea de la imagen ¿podría usted describir esta exposición o hacer una visita virtual?
Para que nuestros oyentes se hagan una idea de la imagen podría decir que exponemos grandes fotografías, en cada una de ellas hay una mujer eslovaca guapísima con una pintura artística en la cara, ésta pintura encaja perfectamente con la parta, con el traje nacional y con la pintura artística en el lienzo que se encuentra en el fondo. Todo esto crea una composición perfecta de harmonía cromática.
Usted es un etnólogo. ¿Nos podría explicar qué papel desempeñaba o qué significado tenía la parta?
La parta en el pasado la llevaban exclusivamente las vírgenes. Éstas se la ponían para ir a la iglesia, para asistir a la procesión, a una boda o a otras festividades. En lo que se refiere al momento de casarse, el uso de la parta en varias regiones difiere bastante. En algunas la muchacha llevaba su parta original, en otras se le añadía alguna ramita verde, en otras se le añadía una coronita verde o se le ponía sólo la corona verde. Es decir la novia siempre llevaba algo que se le quitaba durante la boda, después de la celebración del ritual eclesiástico. Quitarle a la esposa la parta o la coronita de la cabeza es un ritual tradicional que se llama odčepčenie. En la actualidad notamos un creciente interés en las partas, las mujeres empiezan a usarlas como un accesorio de moda para completar su vestido o traje nacional. Sin embargo, la diferencia de las partas de hoy y las antiguas es que las de hoy se producen de prefabricados artificiales fácilmente accesibles en las tiendas de mercería.
La parta debía ser quemada cuando la muchacha se casaba. De lo contrario, esta podía traer mala suerte. En la actualidad, mucha gente que la conservaba en casa, está pensando si mantenerla o quemarla. La mala suerte, por supuesto, es motivo para estar preocupado. Pero, debo destacar que nosotros podemos admirar la belleza de las partas sobre todo gracias a la falta de prejuicios de mucha gente. Volvamos a nuestra entrevista. Supongo que los autores del proyecto ya reconocen varias partas sin conocer su lugar de proveniencia. ¿Es verdad?
Claro, nosotros durante la realización del proyecto hemos visto muchísimas partas y es verdad que en algunos casos podríamos adivinar su proveniencia. Por ejemplo, las partas de color blanco o muy muy claro, con pequeñas florecitas, son típicas de las regiones del Este de Eslovaquia o de las regiones de Spiš y Šariš y recuerdan mucho las diademas. Sin embargo, tenemos también tres partas de la región de Hont y, las tres, son completamente diferentes. Con las partas vale lo mismo que con los trajes nacionales. Cada pueblo lo tiene diferente, tiene el suyo. Por ejemplo, tenemos tres pueblos vecinos: Príbelce, Hrušov, Cerovo, y todos tienen partas muy diferentes.
¿Hay alguna que le ha gustado más de las otras? ¿Una particularmente favorita?
Es muy difícil elegir la más linda. Quizás las que me han cautivado más son las de Láb Sekule, Hont, Cífer y Spiš...
¿Con qué tipo de emoción o con qué tipo de respuesta suelen encontrarse ustedes exhibiendo las partas en varios lugares del mundo?
Les puedo contar una anécdota. Mientras presentábamos nuestro proyecto en Nueva York, concretamente en Times Square, 4 muchachas vestidas en trajes nacionales y obviamente, con las partas en las cabezas, salimos para estar un ratito en la calle. Fuimos inmediatamente invadidas por la gente, que nos preguntaba mil cosas y quería tirarse fotos con nosotras. Admiraban los trajes que cada una de nosotras tenía algo diferente y, por supuesto, les gustaban las partas. Nos preguntaban de donde éramos, dónde estaba Eslovaquia, etc. Había un señor vestido como Batman que estaba allí justamente para que la gente se tomara fotos con él. Pero, todo el mundo quería sacarse fotos con nosotras, incluso el propio Batman.
A pesar de que su proyecto tiene una importancia indisputable para el archivo del patrimonio cultural del país, ¿han encontrado Ustedes algún valor o algún lado positivo más en este proyecto?
Uno de los valores añadidos de nuestro proyecto, en mi opinión, es el hecho de que llegamos a cautivar la atención de muchos jóvenes que antes no solo no tenían idea de lo que significa la palabra parta, sino que ni siquiera tenían una relación hacia el folclore. Dado que el plural de parta es party, muchos pensaban que nuestro trabajo se trataba de fiestas, en ingles party. Y, al descubrirnos, han encontrado su camino hacia el mundo del folclore y las tradiciones.
¿Nos podría revelar todos los lugares en los que ya se han presentado y en los que se presentarán próximamente las partas eslovacas?
Por primera vez exhibimos nuestras partas en 2016 en Bruselas con ocasión de la presidencia eslovaca del Consejo de la UE. Luego, en abril de 2017, nos presentamos en el castillo de Bratislava, luego estuvimos en los EEUU - en Nueva York y en Canadá. Antes de venir a Piešťany nos presentamos en Viena. En 2018 viajaremos a la Corea del Sur, precisamente a Pyeongchang, sede de los juegos olímpicos de invierno, luego a Praga, Košice y a algunas ciudades del Este de Eslovaquia. Posteriormente volveremos al continente americano, a Canadá y a varias ciudades de los EEUU y a finales del año tomaremos parte en algunos festivales folclóricos en Eslovaquia. Hay que destacar que continuamos recibiendo numerosas invitaciones de diversos pueblos y ciudades eslovacas que quieren que presentemos nuestras partas. Incluso nos reprochan que nos empeñamos más por exhibirlas en el extranjero que en Eslovaquia.
Partas en el siglo 21
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