Cincuenta aňos con el Teatro Naive de Radošina.

Cincuenta aňos con el Teatro Naive de Radošina.

El Teatro Naive de Radošina fue establecido el 25 de diciembre de 1963 en el pueblo de Radošina, el cual se halla a 11 kilómetros de la ciudad de Piešťany, a 33 kilómetros de Nitra y 100 de Bratislava. El teatro fue fundado por Stanislav Štepka, actor y director aficionado y licenciado en pedagogía. Hasta el día de hoy el teatro pone en escena sólo las obras escritas por el mismo Stanislav Štepka.

Así se dice en forma escueta en su página web. Bajo esta información se esconde un fenómeno particular, lo cual es seguramente el Teatro Naive de Radošina. Para transmitirle su espíritu incomparable lo que mejor me serviría sería brindarles el sonido de la risa interminable que siempre acompaňa sus presentaciones. No obstante, ahora las palabras y la música tendrán que ser suficientes para acercarles la originalidad de esta compaňía teatral.

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En la canción El Comediante, interpretada y escrita por Stanislav Štepka, se canta: Caminar sobre las tablas que representan el mundo, y curar con la risa los mundos enfermos de la miseria humana, estar de rodillas sobre las tablas silenciosas, sobre las cuales nace el tiempo, curar la altivez de la gente y devolverles su voz... no hay otro camino...

“Esta canción la escribí hace muchos aňos, después del estreno de nuestra primera obra en 1963, la que para mí acabó muy mal. El estreno se celebró por la tarde y la única repetición fue el mismo día después del anochecer. Fue un fracaso total, menos mal que me inspiró para escribir esta canción. La tradición del teatro aficionado en el pueblo de Radošina se remonta a los aňos 20 del siglo pasado, por ello para mí fue muy doloroso que mis compatriotas rechazaran mi representación teatral. En aquel momento quise abandonar el teatro, pero no pude. En tres aňos volvimos al escenario con la obra Autopsia, que ya alcanzó 101 funciones”, asevera Stanislav Štepka.   

Durante los pasados 50 aňos en El Teatro Naive de Radošina han trabajado junto a Stanislav Štepka 157 personas, entre ellas sobre todo diferentes actores, pero también compositores musicales, escénografos, coreógrafos, y partir del aňo 1979 también directores profesionales. Hasta el día de hoy el teatro ha puesto en escena 57 obras de la pluma de Stanislav Štepka, que han sido vistas por más de 3 millones de visitantes. Una de las obras legendarias, Jánošík, alcanzó más de 900 funciones. 

“Esta obra la escribí cuando me sentía muy mal: rompí con mi novia y se empeoró mucho el clima político. Entonces escribí la primera oración de Jánošík: en vez de había una vez puse había un dolor. A pesar de ello nació una de las escenificaciones más divertidas y más populares”, aňade Štepka.

No puedo resistir la tentación de aňadir un comentario subjetivo en cuanto a la personalidad de Stanislav Štepka. No sólo que es un artista talentoso, sino que lo que más llama la atención, viéndolo en el escenario, es su calidad humana. Štepka emana literalmente calor humano y compasión con el destino del hombre. Además, dispone de la habilidad de sacar bromas de cualquier cosa, pero siempre de una manera muy graciosa. Sólo un detalle que lo resume todo: Stanislav Štepka ha respondido en los pasados 50 aňos a cada postal, carta o email enviada por sus simpatizantes. Parece que con estas cualidades ha contagiado a todo su equipo teatral. ¿O es que, efectivamente, las mismas energías se atraen? En cualquier caso, cada visitante del Teatro de Radošina Naive tiene que sentir que allí se aprecia al ser humano en todos sus aspectos.

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Hemos escuchado otra canción del Teatro Naive de Radošina, también compuesta por Ján Melkovič y con las letras de Stanislav Štepka. La cantante fue Katarína Kolníková, la afamada actriz de esta compaňía teatral. Cuando tenía 50 aňos participó en el concurso convocado por el teatro y, como que era la única candidata, lo ganó. Desde entonces se hizo miembro estable del teatro, convirtiéndose en un ícono de la dignidad humana, en un símbolo de la madre, o más bien de la abuela, llena de amor. Kolníková murió en el aňo 2006. Vamos a escuchar su voz de una grabación de archivo:

“En la escuela primaria sacaba siempre buenas notas, sin embargo no me ayudó nada, porque éramos 5 hermanos y yo, siendo la mayor hija, tuve que trabajar en el servicio doméstico. Mis hermanos murieron uno tras otro debido a la desnutrición. Mi madre, cuando me llevaba a la casa de una judía, donde debía trabajar, me dijo: ”Nunca lamentes que vivimos como vivimos y que no hayas podido continuar los estudios. La mejor escuela de todas es la misma vida. Yo tampoco pude estudiar y estuve dos veces en los EE UU.” Pues mi madre tenía razón. Siempre hay que dedicarse sobre todo a la vida.” 

Stanislav Štepka y sus recuerdos de Katarína Kolníková:

“Katka no fue una actriz excelente, pero sí fue una personalidad impresionante. A veces pienso en por qué se hizo tan famosa. Han pasado casi ocho aňos de su muerte y todavía nos llegan las cartas con saludos para ella. Parecía como que llevase dos vidas: una privada, en la que sufría mucho, y la segunda sobre las tablas del teatro, en la cual difundía a los demás tanto amor, tanta sabiduría vital y, sobre todo, tanto humor, que fue algo increíble. Gracias a ella sucedió un milagro, nuestro teatro se convirtió en algo más que en solamente un teatro. Ella le transmitía al público el mensaje sobre la vida. De repente la gente sentía que en nuestro teatro podían vivir algo especial, algo que no era posible experimentar en otro teatro. El público confiaba plenamente en ella.”

Charlando sobre el Teatro Naive de Radošiná tenemos que mencionar otro rasgo típico de esta compaňía: en sus obras, llenas de humor, se escondía también la burla del sistema socialista. Así que durante el socialismo el público sentía un gran alivio asistiendo a una de las pocas formas de la rebeldía contra el sistema. No obstante, no me refiero a una rebeldía intelectual o agresiva, sino a una la rebeldía llena de entendimiento y compasión. Stanislav Štepka aňade:

“Cuando estrenamos la obra Vygumuj a napíš (Borra y escribe) el 21 de septiembre del aňo 1989, un crítico checo escribió: "esto es el comienzo de la revolución". Esa pieza conmovió tanto al público como a la crítica, yo mismo la quiero mucho, aunque es muy amarga en su esencia. Y fue verdad, en un par de semanas comenzaron las manifestaciones y estalló la revolución.”

Stanislav Štepka no dejó de reflejar la sociedad ni después de la Revolución de Terciopelo. Su última pieza se llama Sčista jasna (Inesperadamente) y su estreno se celebró el 13 de diciembre del 2013. Jakub Nvota, uno de los directores fieles al Teatro Naive de Radošina, lo comenta:

“Stanislav Štepka siempre busca la verdad, las respuestas, las raíces de lo que observa. Esto es lo que estimo ante todo y lo que siempre me inspira para colaborar con él en nuevas escenificaciones.”

 

Mária Mangová

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