La cantante, músico y compositora Iva Bittová es un talento polifacético, y el espacio reservado para este segmento no nos permite nombrar todos sus éxitos, colaboraciones internacionales, sus premios, discos, y alabanzas de parte de los críticos. Es un genio de la música. El padre de Iva Bittová fue un gitano eslovaco, lo que fue el primer y tal vez el más importante vínculo de la artista con nuestro país. La cantante últimamente ha confirmado sus estrechos lazos con Eslovaquia cuando en 2016 grabó el disco Cantos eslovacos de Béla Bartók:
"Me encanta mucho haberme podido familiarizar con este material musical. Mi padre, oriundo de un pueblo cerca de Galanta, tocaba el violín, amaba la música y Cantos eslovacos sonaban a menudo en nuestro hogar. Mi papá tenía muy buen gusto en cuanto a los arreglos de la música, realizó unas espléndidas armonizaciones de los cantos eslovacos, por lo que considero este disco también como un homenaje a su persona y percibo como mi misión la divulgación de esta maravillosa música".
Iva Bittová ha elegido para la grabación del mencionado álbum al Cuarteto Mucha. Habla el primer violín Juraj Tomka:
"Es algo nuevo para nuestro cuarteto, dado que tenemos que armonizar la música y el canto, además por primera vez nosotros desempeñamos también el papel de cantantes. E Iva nos incentiva para que improvisemos, algo también novedoso para nosotros".
Iva Bittová, durante su camino artístico, era y sigue estando abierta a diferentes géneros musicales, gracias a lo cual en el año 2000 inició su colaboración con el compositor eslovaco Ivan Godár. Lo hizo para componer juntos las bandas sonoras para la película Krajinka (Paisaje) de Martin Šulík.
"No puedo destacar solamente un género musical, siempre me dirijo según lo que siento, según el instinto, y voy explorando nuevos y nuevos terrenos, que correspondan a mis emociones y gustos. Bueno, el heavy metal ya no lo voy a probar, pero sí quiero mantener esta libertad mía", relata la cantante.
Iva Bittová y Vladimír Godár editaron en 2006 su álbum en común Mater y trabajaron conjuntamente también sobre la música tradicional de Moravia. Hay varios nombres eslovacos que tienen cierta conexión con Iva Bittová, como por ejemplo el del director Dušan Hanák, que rodó en 1976 la película Sueños rosados con Iva Bittová en el papel protagonista. La cantante también colaboraba con el músico popular eslovaco Richard Müller, que fue su pareja durante un periodo de su vida.