La Galería Nacional Eslovaca ha recibido el regalo más grande en su historia. Se trata de más de 150 obras artísticas, con un valor de, aproximadamente, 3,5 millones de euros. La directora de la galería Alexandra Kusá:
"En la historia de la galería no hemos recibido un obsequio tan generoso. Es para nosotros un verdadero regalo navideño. Nunca podríamos comprar obras artísticas de este valor. Proviene de la colección privada Línea, que es una de las colecciones privadas más importantes en Eslovaquia".
Estatuas, pinturas, obras gráficas, dibujos e instalaciones crean una muestra representativa del arte eslovaco, siendo ésta el fruto del esfuerzo de dos generaciones de la familia de Zubaľ. La mayor parte de este presente está formado por obras de los años 60 y 80 del siglo XX, de los artistas como Jankovič, Fila, Meliš o Mlynarčík, por ejemplo. Alexandra Kusá alega:
"Son cosas fantásticas, sin excepción. En la colección no hay ni una obra de menor calidad. Nos encantan las obras del siglo XX, que son muy caras hoy en día, debido al gran interés de los coleccionistas. Nunca hubiéramos podido conseguirlas para la galería. De verdad, muchos de estos objetos son piezas representativas. Y lo que más aprecio yo personalmente, pero pienso que también todos mis colegas de la galería, es que el ambiente eslovaco haya madurado para un acto parecido. Que algo así pueda pasar también en Eslovaquia..."
La donación a la Galería Nacional Eslovaca abarca también un par de objetos muy valiosos de la mitad del siglo XVIII y paisajismos y retratos del siglo XIX, incluidos los lienzos del famoso pintor Ladislav Mednánszky que murió hace 100 años. No faltan ni las obras de los artistas modernistas más destacados - de Galanda, Bazovský, Benka o Fulla. Continúa hablando el donante Roman Zubaľ:
"Mi padre empezó a coleccionar arte eslovaco, mi hermano y yo sólo seguimos sus huellas. Regalar esta preciosa colección ha sido algo natural para nosotros dos. Desde nuestro punto de vista, en nuestra posición lo hubiera hecho cualquier persona. Coleccionar el arte es una pasión, nos dedicamos a ello desde hace años y nos hemos esforzado también en que sea una muestra representativa. Con esta afición llega un momento en el que uno tiene en casa muchas obras de gran valor histórico y artístico y tiene a la vez la responsabilidad por lo que va a pasar con todos estos objetos tan importantes para toda la sociedad. La responsabilidad por los mismos artistas. Hubiera sido una pena si no se hubiera conservado tanta belleza para las siguientes generaciones".
La familia de Zubaľ consiguió tantas obras admirables en Eslovaquia, pero también en subastas en el extranjero. Como dice Roman Zubáľ, las han comprado con el fin de que mantenerlas para la eternidad. Las obras en el futuro podrán ser vistas en el reconstruido edificio de la Galería Nacional Eslovaca.