No es sólo que Róbert Tarnóczy abandonara su patria y a sus familiares en el aňo 1987, y eso de una manera forzada, naturalmente, por la situación política de un país socialista, sino que tuvo que abandonar la práctica del waterpolo, su profesión y su mayor pasión.
A pesar de los principios difíciles Róbert Tarnóczy consiguió volverse a este deporte y además logró éxitos impresionantes, tanto en Canadá como en Costa Rica, sus dos nuevos hogares.
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Mária Mangová