¿Qué influencia tienen las películas que tratan el particular tema gitano?.

¿Qué influencia tienen las películas que tratan el particular tema gitano?.

Según las investigaciones sociológicas más recientes, la situación del pueblo gitano en nuestro país no ha mejorado en los últimos diez aňos. Todavía faltan redes de ingeniería, el nivel de enseňanza de los gitanos sigue siendo bajo y su tasa de desempleo no ha descendido. Y resulta interesante que sean los cineastas los que tal vez más hayan hecho para cambiar este estado. Naturalmente, no disponen de las herramientas para cambiar directamente la situación en los campamentos gitanos, pero su arte sí que puede influir sobre las matrices colectivas al respecto, a menudo muy fuertes y daňinas. ¿O es solamente una ilusión? ¿Puede un documental o una película provocar un cambio social?

Nos habla Jana Bučková, directora del documental Zvonky šťastia (Las Campanillas de la Felicidad):

“Los protagonistas de este documental son Mariena y Roman, dos gitanos enamorados de los cantantes populares checoslovacos Karel Gott y Darina Rolincová. Por lo tanto, quieren grabar la reedición de su canción Las Campanillas de la Felicidad. Lo más difícil para nosotros (hice la película junto a Marek Šulík) fue cómo abordar la típica actitud de los gitanos de criticarlo todo, de quejarse todo el tiempo. Se encuetran en un círculo vicioso. Pero nosotros no queríamos ilustrarlo, ésto lo sabe todo el mundo, ya que nos interesaba otro rasgo suyo: que le temen a todo. Son de verdad como niňos, en el buen sentido de la palabra, pero también en cuanto a sus miedos irracionales. Y esta característica los aisla del resto de la población. Además, también son como niňos en lo que concierne a la gestión de su dinero. No saben planear.”

Jana Bučková no ha respondido directamente a si piensa que su película pueda influir en la mejora de la vida de sus protagonistas y de los gitanos en general. Es verdad que es muy difícil, si no imposible, evaluar el impacto del arte sobre nuestras vidas. Yo, por lo menos, puedo aňadir que después de la transmisión de Las Campanillas de la Felicidad en la Televisión Eslovaca, una amiga mía me dijo: ”Ayer vi ese documental y me sorprendió cuánto se parecían los sueňos y las emociones de los gitanos a los nuestros. Que ellos también querían avanzar y desarrollarse.” Continúa hablando otro director eslovaco, Martin Šulík, quien rodó en el aňo 2011 la película El Gitano (Cigán):

“Los romaníes no son un grupo homogéneo, pues sus destinos individuales difieren mucho. La mayor parte de ellos son desempleados, y eso es algo que influye radicalmente en su estilo de vida. Y muchos llevan más de 20 aňos viviendo sin trabajar. Los jóvenes ni se imaginan que sea posible llevar una vida digna gracias al trabajo diario. Quise rodar esa película porque no me gustaba que este problema se presentara solamente desde un punto de vista muy limitado, enfocando a los gitanos pobres, sin tener ningunas metas. No obstante, en el Este del país viven también muchos artesanos y empresarios romanís.”

Martin Šulík rodó la película en un ambiente auténtico, colaborando con los gitanos no actores y, además, la hizo en el idioma romaní. En el festival internacional de Karlovy Vary fue galardonado con el premio especial del jurado. No obstante, tampoco este director ha respondido a si su película ha ayudado a los gitanos, por lo menos a los del pueblo en el que estaba rodando. Cuando leo los debates de los aficionados de la cinematografía me parece que cada cual ve la película, la percibe según su opinión: o le sirve como evidencia de su opinión de que los gitanos tienen una cultura maravillosa, y de que somos solamente nosotros, los payos, los que los hacemos sufrir, o completamente al revés y al mirarla se van enfadando de lo limitados que son sus creadores si no ven lo problemáticos que son los gitanos. Así pues, este tema es como un papel de tornasol del estado de nuestra sociedad y, a mi modo de ver, demuestra la poca capacidad de los eslovacos para ver las cosas objetivamente sin caer en actitudes emocionales, da igual de que lado del espectro ideológico provengan. Le cedo la palabra al director Jaro Vojtek, quien hizo el documental Cigáni idú do volieb (Los gitanos van a participar en las elecciones):

“Rodar una película sobre los gitanos es como una obligación no oficial de cada cineasta. A pesar de que en los pasados 20 aňos se han rodado muchas películas a este respecto, no hemos conseguido ningún cambio social. Las películas seguramente sirven como un reflejo de la situación, pero luego surge la pregunta: ¿quién las toma con seriedad y quién quiere realmente solucionar este problema?”

La guionista Zuzana Gindl Tatárová

“A los gitanos les gusta convertirse en los protagonistas de una película, por lo cual se presentan de la manera en que piensan que los demás los quieren ver. Debido a ello, resulta muy difícil captar la realidad. Pero de una película a otra los directores van acercándose al núcleo de la problemática gitana.”

Hace un par de semanas hablé en mi programa sobre el documental sobre el tema romaní más reciente: Todos mis niňos (Všetky moje deti), del director Ladislav Kaboš. Este documental desmiente lo que he dicho anteriormente. Tanto los que opinan que la culpa de que no sean capaces salir de la pobreza es de los mismos gitanos, como los que acusan de ello a la mayoría, coinciden en que este documental ha enfocado bien la realidad y que capta acertadamente tanto la miseria del pueblo romaní y su difícil situación como sus debilidades y hábitos malignos. Se trata del documental eslovaco más exitoso hasta ahora.  Entre el 13 de febrero y el 31 de marzo de este aňo lo han visto más de 20.000 espectadores, algo excepcional si tomamos en cuenta lo pequeňo que es nuestro país. Continúa hablando Zuzana Gindl Tatárová:

“El cura Marián Kuffa, protagonista del documental, ha encontrado la mejor manera de trabajar con los gitanos y de ayudarles. Los enseňa a no esperar solamente las contribuciones sociales, de un mes a otro, sino que los anima a enfrascarse en la labor, a participar activamente en el cambio de sus condiciones de vida.” 

Según muchas reacciones en las redes sociales, este documental ha conseguido lo que estamos abordando hoy, de derribar prejuicios. Según la crítica cinematográfica Nina Hradská, su manera de enfocar la vida de los gitanos (sin falsa compasión ni sentimentalismo) no tiene analogía en nuestra cinematografía. La meta de los creadores de esta película ha sido despertar el debate público y parece que lo han conseguido. Según varias opiniones publicadas en internet, este documental, además de su valor artístico, aspira a ser galardonado con el premio ciudadano eslovaco del aňo.

 

Mária Mangová

Živé vysielanie ??:??

Práve vysielame