Na Orave dobre, na Orave zdravo...En Orava se está bien, en Orava se está con salud... dice el refrán y un estribillo de una canción popular eslovaca. Esta región pintoresca de verdad tiene su encanto. Está situada al norte del país, entre las montaňas Malá Fatra, Chočské vrchy, Západné Tatry y convergiendo al norte con la frontera polaca. Sus habitantes - los Oravci, cuando se trasladan por el trabajo o el estudio, siempre se encuentran para entretenerse juntos, organizando varias fiestas y bailes.
Una de las joyas que Orava ofrece a sus visitantes es un maravilloso castillo que se llama Oravský hrad (hrad en eslovaco significa castillo). El castillo, que se yergue sobre la cima de un peñasco sobre el río Orava y del bello pueblito Oravský Podzámok, data del síglo XIII, cuando por aquí hubo una importante ruta de mercaderes húngaros y polacos. En su fortaleza inconquistable reinaba una vida militar y social muy movida. De sus jefes podemos mencionar las dinastías de Peter Komorovský, Ján Korvín o Juraj Thurzo. En el aňo 1800 se vio destruido por las intensas llamas de un espectacular incendio, pero en breve tiempo lo reconstruyeron. En la actualidad en él se alberga la sede del Museo de Orava y de varias exposiciones temporales. Visitamos el castillo y entrevistamos a la guía de turistas Eva Tatarková:
¿Existen leyendas sobre el castillo Oravský hrad?
Sí, hay muchísimas leyendas sobre el castillo. Una, por ejemplo, explica su construcción, del por qué de la roca sobre la cual está construido, dado que está muy empinada. Entonces, se dice, cuando construyeron el castillo tenían que agregar a la argamasa huevos para que las piedras y tabiques pudiesen quedar bien pegados. Los huevos, una grandísima cantidad de huevos, los traían los siervos y vasallos, por obligación y pleitesía rendida al su señor. Pero, ojo, tenemos también datos históricos sobre las revueltas de los súbditos contra esa obligación. Hay otro dato curioso que es real pero que está relacionado con la leyenda, y es que aquí se filmó la primera película, la famosa película muda sobre Drácula. El sitio en el cual se filmó no existe más porque lo transformaron en corredor, pero se ve bien en la escena cuando Drácula se levanta y sale de su ataúd. Otra curiosidad del castillo es que jamás fue conquistado, no por combate armado pero sí una vez mediante la astucia, pero sólo la parte inferior, la parte superior, la llamada Citadela, nunca lo fue.
Hemos llegado a escuchar que en el castillo hasta hoy pululan los fantasmas, ¿qué hay de verdad en ello?
Sí, es verdad. Una vez al aňo, en la temporada estival, cuando vienen a Orava un montón de turistas, organizamos la visita nocturna del castillo. Es un paseo que empieza a las doce de la noche y dura una hora y media, los visitantes, que van caminando por todos los recovecos del castillo pueden toparse con varios fantasmas de Orava, aparecidos, muertos, brujas. Es muy auténtico y da miedo... Uno camina y tropieza porque en el suelo hay muertos, inmediatamente les asusta un fantasma que les sobrevuela sus cabezas, o les saluda la dueňa blanca del castillo, hay de verdad numerosas atracciones. Además organizamos un día para los niňos, cuando les dan bienvenida varias brujas, dueňas del castillo - blanca y negra, el bufón cortesano, el rey y otros personajes de fábula.
¿Podríamos brindar a nuestros oyentes una rápida visita virtual al castillo?
Claro, como en todos los verdaderos castillos, también contamos con una capilla con altar antiguo, con las tumbas de sus dueňos, y hay también bellísimas salas de baile con preciosos frescos de artistas vieneses. A estas pinturas las llamamos juegos para los ojos, porque en el amasijo de su densa ornamentación se esconden varios animales, los cuales ustedes mismos tienen que buscar. Cuando vienen los niňos, nos divertimos muchísimo. Además se sientan sobre unas sillas especiales, construidas para “hombres borrachos”, valga la expresión para decir que uno no se puede caer de ninguna manera... Hay también los cuartitos de la servidumbre, donde están los relojes sin manecillas, porque los siervos no tenían horario de trabajo, estaban siempre en servicio y en cualquier momento del día o de la noche les podían llamar. Están las cajas donde las dueňas tenían sus cartas amenas y otras curiosidades de la vida cotidiana. No me puedo olvidar de mencionar el arsenal que ofrece una rica exposición de varias armas históricas. Y al final, debo agregar que una gran parte del castillo sirve como sede del Museo de Orava y de varias exposiciones temporales.
En el castillo está ubicado aún el Museo de Orava; ¿qué ofrece a los visitantes?
En el Museo están expuestos los objetos que dan testimonio de la vida en Orava, de su historia y su actualidad, de su naturaleza, de su flora y fauna. Hay los animales tipicos, como osos, lobos, águilas, peces, hierbas preciosas, etc; los trajes típicos. Entre los animales, que son todos de verdadero origen oravense hay unos ejemplares únicos, que bien parecieran sacados de novelas fantásticas, con anomalías genéticas, como son ¡¡¡animales bicéfalos!!!
La historia de Orava es famosa por la presencia de los llamados “pláteníci”...
Los “pláteníci” fueron los que en los siglos XVI, XVII fabricaban lienzos, los tejedores de lienzos. Se dice que fueron muy diestros, buenos comerciantes, viajaban mucho a caballo, uno llegó a vender su mercancía hasta en Egipto. Se inventaron también su propio idioma para negociar, para que nadie pudiera entender sus trucos y estrategias. En el dialecto de los “pláteníci” preguntaron así: “Kazivaj či neuzime šojera” que en eslovaco suena: “Vyskúšaj nadsadiť cenu” y significa: Prueba a exagerar con el precio. Los pláteníci dejaron además al pueblo de Orava numerosos proverbios, como todos aquellos que mencionan a caballos: tiembla como un caballo, duerme como un caballo entre los sauces, etc. A la producción de lienzo en Orava se unen las tintorerías, calandrerías. Si usted visitara los pueblitos de la Orava Alta, y preguntara a la gente anciana, ellos se acordarán todavía y les enseňarán las casas donde estuvieron las últimas tintorerías y calandrerías que desaparecieron en las primeras décadas de este siglo.
¿Nos podría mencionar algunas antracciones turísticas de Orava?
El castillo de Orava está situado en un paisaje muy lindo y muy variado. De un lado tenemos la montaňa Roháče, que nos divide con Polonia los Tatras y que es famosa por su integridad. A los pies de Roháče están las Oravice, donde hay muchas fuentes termales y balnearios. La montaňa más alta de nuestra región es Babia hora que tiene una altura de 1725m sobre el nivel del mar. Por la cima de esta montaňa pasa la frontera con Polonia, y es aquí donde confluyen turistas eslovacos con polacos. Otra atracción turística es un inmenso estanque artificial que se llama Oravská priehrada. Este estanque fue construido con fines de producción energética pero sirve para cuanto deporte acuático existe, como la pesca, y en general es un maravilloso lugar de descanso. Cada aňo se organizan aquí varias competiciones deportivas. En el centro del estanque, en una isla pequeňita, en una iglesia, se organiza cada verano el festival Oravské hudobné leto - El verano musical de Orava. Además en Zuberec, en el festival Oravské folklórne slávnosti, se presenta cada verano el folclore típico. El festival tiene lugar en un interesantísimo museo sito en espacio abierto - el museo del pueblo de Orava.
