En el aňo 2000 fue construída a orillas del río Danubio, en una naturaleza espléndida, la Galería del Arte Contemporáneo Danubiana. Hace un par de días fue ampliada en otros 2500 metros cuadrados, gracias a lo cual se ha convertido en un espacio idóneo para los fines galerísticos y un orgullo más de nuestra capital.
A decir de su director Vincent Polakovič Danubiana es actualmente el museo del arte contemporáneo más romántico en Europa Central. Aňado que el nacimiento de la galería es el mérito del coleccionista del arte holandés Gerard Meulensteen. A pesar de su buena intención, la galería era durante aňos un negocio no rentable, por lo cual se hablaba sobre su cierre. Hace tres aňos el Estado declaró su decisión de apoyar la galería con cerca de 7 millones de euros, lo cual despertó polémicas y críticas. Cómo empezó toda esta historia? Lo mejor lo puede responder el fundador de Danubiana Gerard Meulensteen:
“Hace veinte aňos vino a mi oficina en Holanda Vincent Polakovič pidiéndome el apoyo para su galería del arte contemporáneo en la ciudad de Poprad, llamada La Casa Amarilla. Sinceramente, hasta hoy día no sé por qué di el dinero a aquel hombre loco. Lo cierto es que ahora lo considero como mi hermano. Vincent tiene una personalidad excepcional y comparte conmigo la pasión por el arte, gracias a lo cual juntos hemos conseguido resultados apreciables. Sin embargo, si alguien hace diez aňos me hubiera preguntado si esperaba este éxito, le respondría que no, seguramente no.”
La cooperación entre un coleccionista rico y un galerista sin recursos económicos tan fructífera y armónica me parece algo muy raro...
“Pués, sí. En el mundo cultural hay naturalmente muchas historias particulares, pero la verdad es que nunca he oído o leído sobre una colaboración de dos hombres tan distintos y además de dos países bastante ajenos. A veces explico a mis amigos que esta aventura ha sido posible solamente gracias a la persona de Vincent Polakovič y la belleza icomparable del lugar en el que Danubiana está ubicada”, aňade Meulensteen.
A decir del director de la galería Vincent Polakovič, Danubiana se ha convertido en una curiosidad bratislavense no solamente debido a sus generosos espacios ubicados en el seno de la naturaleza, sino también gracias a que su reconstrucción fue acabada a tiempo, mejor dicho dos semanas antes del plazo límite, lo cual no es nada habitual en nuestros lares: ”Las salas de exposición son perfectas y nos permiten preparar las exposiciones que hemos deseado mostrar al público. La nueva temporada, después de la renovación, la estamos arrancando con la selección de las obras del grupo artístico Los Galanda. Esta exposición es a la vez una muestra de lo mejor que fue creado en Eslovaquia en los aňos 60 del siglo pasado. Hemos tomado el rumbo en el que queremos continuar y lo es la presentación de las joyas del arte eslovaco.”
En veinte aňos la galería debería pasar en manos del ministerio de cultura y convertirse así en propiedad del Estado Eslovaco. Pues, estimados radiooyentes, todos que pretenden visitar nuestro país, no vacilen y visiten la galería Danubiana en Čunovo, cerca de Bratislava, aun si no les interesa el arte. Si no tienen ganas de admirar las obras artísticas, simplemente pueden tomar un café en la terraza de la galería justo sobre la superficie del Danubio y con la vista a los Cárpatos y los Alpes. De verdad, se trata de un rincón del mundo que vale la pena verlo...