"El proyecto arrancó en verano 2010 cuando su primer promotor cogió 500 libros y los escondió en diferentes lugares del territorio eslovaco. El concepto ha sido muy bien acogido por el público eslovaco hasta que, sin haber pasado todavía un año, se ha creado uno paralelo en Chequia."
El proyecto ha ido evolucionando durante los últimos cinco años. Actualmente cuenta con más de 4500 libros repartidos por el país, en concreto en muchos espacios públicos para que se puedan encontrar con facilidad según los indicadores anteriormente establecidos.
"El proyecto me ha servido para conocer una comunidad extraordinaria de lectores empedernidos, aficionados a la lectura, dispuestos a arriesgar su salud o la reputación social para conseguir el libro deseado. Algo parecido le ocurrió a una de nuestras lectoras que no dudó en agacharse y buscar un libro debajo de un banco de una parada de autobuses a pesar de que estaba rodeada por la gente que le miraban de forma extraña. Además, la coordinación me ofrece la oportunidad de crear eventos poco convencionales, como por ejemplo una lectura excepcional en el tren que organizamos en verano del año pasado. Todos los viernes emitíamos un trozo de la lectura grabada por el propio autor a los pasajeros de un tren que atravesaba el país de un extremo al otro. Por cierto, la grabación había sido realizada en uno de los estudios de Radio Eslovaquia. El autor viajaba en el mismo tren, estaba sentado en el vagón comedor, dispuesto a charlar con los pasajeros interesados en su obra. Me encanta la idea de la confianza y la colaboración voluntaria en la que se basa el proyecto. A pesar de que varios libros se hayan perdido, muchos de los lectores siguen trayendo y registrando sus propios libros."
Las portadas de los libros esconden historias que van más allá. Además se crean nuevas historias paralelas. Cada libro tiene su perfil virtual donde los lectores actualizan sus datos aportando, al mismo tiempo, su reseña personal.
"Cada uno que entre en contacto con el libro registrado, ya está escribiendo su historia personal. En el perfil actualiza su ubicación, estado, puede subir una foto si lo ha llevado a un lugar interesante, calculando la distancia que el libro ha recorrido, o anotando una historia que le ha pasado al recoger o leerlo también. Al liberarlo, lo encuentra otro lector que escribirá el siguiente capítulo de su historia."
El principal valor son sus lectores o socios del juego que han creado una comunidad virtual. Ellos son los que aportan ese valor diferencial al buscar, leer, compartir y liberar las obras literarias junto con las emociones que van surgiendo a lo largo del proceso.
"La comunidad ha sido creada gracias a la actividad de los propios lectores que se dieron cuenta de que viven cerca y a pesar de que no se conozcan personalmente, están dispuestos a intercambiar los libros entre ellos. Poco a poco empezaron a contactarse a través de las redes sociales hasta crear un grupo privado que actualmente cuenta con 400 miembros. Convocan reuniones, normalmente una vez cada dos meses, en Bratislava y Banská Bystrica. Además, se involucran en ello familias completas, los padres junto con sus hijos."
Actualmente hay 5391 usuarios registrados en la página web del proyecto. Entonces, ¿se puede confirmar que la implicación masiva refuerza la afición de los eslovacos a la lectura?
"Creo que a los eslovacos les encanta leer. El proyecto les ofrece, sin duda, una variedad literaria. Quiero destacar la obra de los autores eslovacos contemporáneos a los que no se presta suficiente atención en las clases de literatura. Nosotros, pues, servimos de puente entre los escritores actuales y las nuevas generaciones de los lectores."
Una de las ventajas que aporta el proyecto es que borra las barreras geográficas. Todos los libros han recorrido junto con sus lectores más de un millón y medio de kilómetros en total, cifra que se va ampliando cada vez que los lectores salen de viaje.
"El proyecto ofrece una gran variedad de géneros y temas literarios. Muchos lectores escogen el libro que esté libre más cerca por lo cual están más abiertos a cualquier género disponible. Además, pueden encontrar unos ejemplares que ya no se venden en las librerías porque son muy antiguos. De todas formas, se trata de un juego, los lectores son competitivos y si encuentran y leen un libro van obteniendo puntos y luego una especie de insignias."
Cada libro registrado es fácil de reconocer por una llamativa pegatina colocada en la portada y luego hay otra en la primera página donde se detalla el pequeño manual que muestra cómo funciona el proyecto, además del código y la contraseña del libro. Se puede seguir el rastro de los libros, porque en la página del proyecto están los libros que circulan y cada uno lleva un código único para que aquel que lo encuentre acceda y actualice la vida del libro. Así se puede ver hasta dónde llega un libro. Los libros se esconden en sitios públicos o están guardados en una estantería de cartón situada en un establecimiento colaborador.
"Ya disponemos de más de 50 lugares concretos que colaboran con nosotros. Normalmente son sitios tranquilos, propicios para la lectura, como por ejemplo cafeterías, teterías, centros juveniles o guarderías. Hoy en día estamos desarrollando el último proyecto, de bibliotecas corporativas, enfocadas a los empleados de empresas o asociaciones cívicas."
Ya conocemos el origen y el desarrollo del proyecto. Pero, ¿cuál es su visión de cara al futuro?
"Nuestra ambición consiste en seguir promocionando la lectura, apoyar eventos relacionados con la literatura, y ampliar la comunidad de lectores activos para que sigan disfrutando de la participación en el proyecto. Unos de los retos es salir al extranjero, por lo menos, desarrollar el concepto en el mercado checo pero estamos abiertos a los mercados internacionales también."
Knihobežník
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