80 años del Levantamiento Nacional Eslovaco – segunda parte

80 años del Levantamiento Nacional Eslovaco – segunda parte

El mes pasado emitimos la primera ronda de nuestra competición, que como hemos dicho está dedicada a un capítulo importante de la historia de nuestro país: el Levantamiento Nacional Eslovaco. Hoy continuaremos con la segunda ronda.

Sin embargo, antes de comenzar, les ofreceremos la respuesta correcta de la ronda anterior y, lógicamente, conoceremos al vencedor de esta, elegido al azar por nuestra directora de producción Slávka Rybárová. La respuesta correcta es: Un total de 33 naciones y nacionalidades participaron en el Levantamiento Nacional Eslovaco. Y el nombre del vencedor de esta ronda, y que por tanto recibirá un obsequio de la emisora es José Maria Santamaría, que nos escribió desde Córdoba, en España. ¡Enhorabuena!

El Levantamiento Nacional Eslovaco se encuentra entre los hitos más importantes de la historia moderna de nuestro país. Fue una insurrección armada organizada por la resistencia eslovaca durante la Segunda Guerra Mundial en contra del Gobierno eslovaco aliado al Tercer Reich.

Sin embargo, el papel principal en el alzamiento no lo tuvieron las unidades partisanas, sino las del Ejército regular eslovaco que se rebelaron contra el Gobierno de Jozef Tiso.

Y precisamente, esta insurrección nacional permitió a los eslovacos contarse entre los vencedores de la guerra y borrar la anterior alianza con Hitler. Echemos un vistazo a los anales de la historia y retrocedamos ocho décadas en el tiempo al Estado eslovaco en tiempos de guerra, afirma el historiador Stanislav Mičev.

Entre los hechos que conllevaron a la creación del Estado eslovaco el 14 de marzo de 1939 estuvo la política exterior de Hitler, es decir, su interés en quebrar la República Checoslovaca. Para la consecución de ese objetivo encontró aliados en Eslovaquia, donde el Partido Popular Eslovaco de Hlinka aprovechándose de los acontecimientos de Múnich, después del 29 de septiembre de 1938 fue tomando poco a poco el control de toda la sociedad. Se convirtió en el único partido político gobernante y, tras el regreso de Jozef Tiso de Berlín el 13 de marzo de 1939, declaró el Estado eslovaco, que sólo era independiente en el papel, ya que muchas de sus actividades estaban vinculadas a la Alemania nazi, dígase la economía, las finanzas o la política exterior.

El 1 de septiembre de 1939 comenzó el conflicto bélico que luego se convertiría en conflagración mundial. Las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi (Wehrmacht), con el apoyo del ejército eslovaco invaden Polonia. Nos explica el historiador Marian Uhrin.

Surgen oportunidades de trabajo en diferentes industrias, la gente podía encontrar empleo con más facilidad. Muchas personas se fueron a trabajar a Alemania y sus ingresos aumentaron, pero en el momento en que la guerra comenzó a afectar la economía, empezaron a escasear algunas materias primas necesarias para la producción en Eslovaquia. La carencia también se manifestó en la vida de las personas y, a finales de 1943, alcanzó su punto de inflexión.

A principios de los años cuarenta, los eslovacos todavía pensaban que la guerra sólo afectaría a los soldados y que terminaría rápido. Para aquellos que no estaban en el frente, surgieron muchas oportunidades de empleo y los salarios aumentaron.

Podría dar la impresión de que Eslovaquia era una especie de paraíso económico y financiero en la Europa de la guerra, pero, por supuesto, eso estaba condicionado por la economía de guerra, es decir, por el hecho de que la industria eslovaca estaba absolutamente ligada a la industria bélica de la Alemania nazi. Se construyeron muchas cosas, sobre todo, carreteras y líneas de ferrocarril que eran necesarias para que las tropas nazis pudieran llegar con mayor rapidez al frente oriental. Unos 50.000 trabajadores eslovacos trabajaban en las fábricas alemanas. Por otro lado, las 25 instalaciones más importantes de la industria de maquinaria y armamentos estaban gestionadas por Herman-Goring Werke, es decir, que trabajaban en beneficio de la Alemania nazi. La guerra también tuvo un gran impacto en el abastecimiento de la población y, a partir de 1941, hubo que limitar algunos alimentos y la lista de productos racionados fue creciendo.

El Estado eslovaco imitó la ideología fascista de diversas maneras. La nación judía fue considerada enemiga del mundo. Continúa el historiador Stanislav Mičev:

Las primeras leyes antijudías fueron aprobadas en 1938. Fueron la prohibición de todos los partidos, asociaciones y organizaciones políticas, que incluía no sólo a judíos, sino también a comunistas y socialdemócratas. Luego vinieron otras medidas y, el Código Judío, que salió a la luz el 9 de septiembre de 1941, fue sólo una síntesis de todas las leyes anteriores. Como lo describió en aquel entonces Ludácké noviny, era la ley antijudía más severa -271 parágrafos que privaban absolutamente a la población judía de Eslovaquia de todos los derechos y propiedades y la ponía, en principio, fuera de la ley.

Con la restricción de los derechos humanos y la expropiación de bienes y propiedades, comenzó una nueva etapa en la solución de la cuestión judía que apuntaba al derecho fundamental -el derecho a la vida. El historiador Marian Uhrin profundiza un poco en las deportaciones a los campos de concentración.

Estas deportaciones comenzaron en marzo de 1942 y, por esta vía, cerca de 50.000 judíos eslovacos fueron trasladados a Polonia. Luego, las deportaciones se vieron paralizadas y los judíos y las personas que representaban ciertas excepciones, como eran los casos de los médicos o expertos que el Estado necesitaba diversas labores, fueron trasladadas a los campos de trabajo forzado que había en Sered, Vyhnie y Novaky. Estos campos existieron hasta el estallido del levantamiento nacional eslovaco, ya que los guardias que se encargaban de custodiar estos campos, con el estallido de la insurrección liberaron a las personas que allí se encontraban y muchos de ellos se unieron al levantamiento nacional. Con la ocupación alemana y el estallido del levantamiento nacional eslovaco, se produjeron nuevas deportaciones, pero ya bajo la batuta alemana.

Los lugares de destino de las deportaciones fueron los campos de concentración. Los fascistas establecieron esos campos en los territorios ocupados, principalmente en Polonia. Durante mucho tiempo el mundo no tuvo ni idea de que eran fábricas de muerte. Los campos de concentración estaban fuertemente vigilados y cualquier intento por escapar de allí se castigaba con la muerte. Además, los periódicos y películas de la época se encargaron de difundir la propaganda de que en los campos de trabajo la vida era buena. Sin embargo, el 7 de abril de 1944, dos judíos de origen eslovaco lograron escapar del campo de concentración próximo a la ciudad polaca de Auschwitz. Alfréd Wetzler y Rudolf Vrba, después de la fuga, escribieron un informe detallado de 32 páginas sobre lo que pasaba en el campo de exterminio.

Los nazis no querían tener campos de concentración en el territorio de Alemania, por eso los colocaron principalmente en el territorio de Polonia. Hubo varios campos de exterminio. En general, la gente creía que allí se iba a trabajar, pero claro, cuando no se sabía nada de los que eran trasladados a esos lugares durante mucho tiempo, surgían sospechas de que algo raro estaba pasando. Hay que decir que lo que Wetzler y Vrba escribieron fue tan monstruoso que no sólo en Eslovaquia sino también en Estados Unidos y Gran Bretaña nadie era capaz de creerlo. Aquello era absolutamente inaceptable y fue una de las razones que conllevó al cambió de opinión pública.

El Holocausto contra la población judía durante la Segunda Guerra Mundial se cobró 6 millones de vidas humanas. La ley marcial eslovaca no sólo no protegió a sus miembros, sino que participó activamente en el genocidio judío.

Estos hechos influyeron en la sociedad eslovaca, que con el tiempo cambió su opinión sobre el Estado, un estado que era antidemocrático y totalitario, que coqueteaba con la Alemania nazi. Al final, todo esto condujo al levantamiento nacional eslovaco.

Destacó el historiador Stanislav Mičev al cierre de este encuentro de hoy con la historia.

Si han escuchado con atención, queridos radioyentes, seguramente no les resultará difícil contestar a la pregunta de esta ronda, y que dice así:

¿Dónde se encontraba el campo de concentración del que escaparon los judíos de origen eslovaco Alfred Wetzler y Rudolf Vrba el 7 de abril de 1944? Recordemos que su informe escrito sobre las ejecuciones y las condiciones inhumanas en ese campo prácticamente le dio la vuelta al mundo.

Recuerden que también este año hemos preparado obsequios para el ganador de cada ronda. Nos pueden enviar la respuesta hasta el próximo 31 de julio a la dirección siguiente:

Radio Eslovaquia Internacional. Redacción en lengua española

Mlynská dolina,

845 45 Bratislava

República Eslovaca.

O también a nuestra dirección de correo electrónico: rsi_spanish@slovakradio.sk

No olviden escribir la palabra Concurso en la casilla de asunto.

¡Mucha suerte a todos!

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José Portuondo Foto: TASR

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