100 años de la declaración de Martin o Martinská deklarácia

100 años de la declaración de Martin o Martinská deklarácia

Para decirlo muy breve, la declaración de Martin o Martinská deklarácia, fue un acto con el que el 30 de octubre de 1918 los eslovacos decidieron de manera activa formar parte de la recién creada República Checoslovaca. Podemos decir que ambos acontecimientos, tanto la fundación de Checoslovaquia como la declaración de Martin, ocurrieron gracias a la momentánea coincidencia de circunstancias políticas y militares.

Durante el año 1918 el ejército austro-húngaro perdió batallas importantes, lo que desembocó en la resignación definitiva del Imperio Austro Húngaro. El ministro de Exteriores austro-húngaro, el conde Andrássy, fue invitado por el presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson, a través de una misiva con fecha del 18 de octubre de 1918, a respetar la Lista de 14 puntos de Wilson pronunciada por el presidente el 8 de enero de 1918 en el Congreso de su país. Entre los puntos para la obtención de la paz estaba la autonomía de los pueblos del Imperio austrohúngaro. Es decir, los pueblos que hasta aquel entonces vivían bajo el imperio austro húngaro tenían que decidir su autodeterminación.

Para explicarles las circunstancias de la Declaración de Martin y como fue la situación en Eslovaquia mientras se formaba la antigua Checoslovaquia hemos traducido una entrevista encontrada en el archivo de la radio. Entonces, cedemos la palabra a Marián Hronský, historiador fallecido en 2012.

En esa situación era inútil la intención desesperada del emperador Carlos de instituir una federación a nivel del imperio austro húngaro. Contra su manifestó del 16 de octubre de 1918 se opuso su gobierno, que admitía una formación federativa solo para la parte austríaca.

También el conde Károlly, como representante de la oposición al gobierno, emprendía pasos para salvar a Eslovaquia como parte integrante de Hungría.

La oposición húngara entendió que dar un paso atrás para encontrar una solución negociada era inevitable y empezó a contactar a representantes de la vida política eslovaca y rumana, a los que ofreció varios cargos y funciones en órganos del gobierno para motivarlos. Creía que de esta manera se podía mantener la integridad del imperio húngaro.

Entre las personalidades políticas eslovacas de aquel entonces estaban el líder del Partido Nacional Eslovaco, Matúš Dula, y Milan Hodža, miembro del partido y diputado del Concilio húngaro. Ambos incluso tomaron parte en algunos encuentros y negociaciones con el conde Károlly en Budapest. Estos encuentros tuvieron lugar en octubre de 1918. Por lo que es evidente que hasta el último momento no se sabía si Eslovaquia autónoma existiría como parte integrante del Imperio de Hungría o de Checoslovaquia.

El Conde Karolly incluso intentó sobornar al líder del Partido Nacional Eslovaco, Matúš Dula, ofreciéndole el cargo del llamado Ban, que era un título nobiliario, relacionado con el título pan, usado en varios estados de Europa central y sureste, entre los siglos VII y el XX. Dentro del Reino húngaro existía también una serie de territorios divididos en forma de banato, como el de Croacia, el de Dalmacia y el de Bosnia, que previo al Siglo XI eran independientes pero terminaron bajo el dominio de la corona húngara. Sin embargo, en aquel entonces los políticos eslovacos ya rechazaban por principio la idea de estar bajo el imperio húngaro. Ya estaban decididos. Su plan era formar parte de un estado junto a Bohemia, Silesia y Moravia, idea basada en el acuerdo pactado el 24 de mayo de 1918 en la reunión del Partido Nacional Eslovaco. Inmediatamente el líder del Partido Nacional Eslovaco, Matúš Dula, viajó a Praga para conocer las propuestas que tenían los checos sobre una eventual convivencia de checos y eslovacos.

Los checos le contestaron que dentro de un eventual estado común los eslovacos tendrían la administración y la autonomía como lo deseaban.

Como en aquel entonces en Hungría estaba prohibido reunirse públicamente, el Partido Nacional Eslovaco pidió con anticipación al gobierno de Budapest un permiso para reunirse el día 30 de septiembre a las 14 horas en la ciudad de Turčiansky Svätý Martin. Sus miembros ya sabían que los dos puntos más importantes del encuentro eran la fundación de la Asamblea Nacional Eslovaca y la Declaración del pueblo eslovaco, conocida posteriormente como la Declaración de Martin.

Regresemos entonces a la fecha importante del 28 de octubre de 1918.

En la declaración de la República Checoslovaca que tuvo lugar en el Obecný dům, en Praga, sólo el político Vavro Šrobár, recién salido de la prisión donde estuvo encarcelado por sus actividades políticas, representó a la parte eslovaca. Se dice que Vavro Šrobár se encontraba en Praga de casualidad, estaba allí por motivos personales. Casualmente llegó a Praga el 28 de octubre de 1918 en el momento en el que el ministro de Exteriores austro húngaro, el conde Andrássy, anunció públicamente la respuesta de su gobierno a la nota de Wilson, o mejor dicho, la aceptación de la nota de Wilson, algo que pueblo checo interpretó como la capitulación definitiva del Imperio Austro Húngaro. Desde las 10 de la mañana en las calles de Praga se comenzó a extender el entusiasmo de libertad y la alegría por el fin del Imperio Austro Húngaro.

Ese mismo día por la tarde Vavro Šrobár fue invitado a tomar parte en la primera sesión del Comité Nacional Checoslovaco, donde fue acogido con mucho entusiasmo como representante simbólico de la parte eslovaca.

Esta fue en realidad la primera Asamblea Nacional Checoslovaca que ya el primer día de existencia aprobó la ley sobre la República e hizo la proclamación del pueblo checoslovaco. Ambos documentos fueron firmados por Alois Rašín, František Soukup, Antonín Švehla, Jiří Stříbrný, por la parte checa, y, por la parte eslovaca, Vavro Šrobár, que se encontraba allí de casualidad.

El pueblo eslovaco, ¿de qué manera fue informado sobre los acontecimientos que sucedían en Praga?

Claro, en aquel entonces las noticias no se difundían tan rápidamente como ocurre hoy en día. Además la situación era complicada, puesto que desde el 30 de mayo de 1917 el gobierno húngaro había impuesto la censura en las comunicaciones, en todo el correo que llegaba al territorio eslovaco desde Chequia. Todo estaba controlado. Entonces, podemos constatar que los protagonistas de la Declaración de Martin no sabían nada de la proclamación de la República Checoslovaca. La noticia la recibieron el 30 de septiembre por la noche desde Budapest y Viena. Y realmente, en el documento fundacional de la Asamblea Nacional Eslovaca se escribía que la Asamblea se hubiese reunido otra vez en Budapest o Viena para concretizar algunos detalles. Es decir, aún se creía que Eslovaquia surgiría como región autónoma bajo el dominio húngaro o Austro húngaro.

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Ladislava Hudzovičová

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