El himno eslovaco celebra su 170 aniversario

El himno eslovaco celebra su 170 aniversario

Relámpago sobre los Tatras, así se titula el himno eslovaco, que recientemente ha festejado un aniversario redondo. El 5 de marzo de 1844, hace exactamente 170 aňos, los estudiantes eslovacos, durante su partida de protesta del Liceo luterano de Bratislava, cantaron por primera vez la canción que en el futuro se convertiría en el himno eslovaco. La letra la escribió Janko Matuška, uno de los miembros del levantamiento cultural y nacional eslovaco, entre enero y febrero de 1844.

Y la melodía provenía de la canción popular Kopala studienku (Ella cavó un pozo). Matuška tituló su versión De voluntarios. Aquí va su letra:

Relampaguea sobre los Tatras,                                                                               

los truenos pelean salvajes.

Deténgamoslos, hermanos,

pues ellos se perderán,

mientras los eslovacos vuelven a la vida.

Nuestra Eslovaquia ha estado

durmiendo un profundo sueňo,

pero el fulgor de los truenos

la despertará,

para que se levante.

Matuška, junto a dos docenas de otros estudiantes, abandonó el prestigioso Liceo luterano de Bratislava (escuela preparatoria y universidad) en protesta por el despido de Ľudovít Štúr, líder del resurgimiento cultural eslovaco, de su cátedra. Explico las circunstancias históricas: por entonces, Eslovaquia formaba parte del Reino de Hungría y como los demás países europeos inició el proceso de su independización y la lucha contra el absolutismo, en nuestro caso del Imperio Austro-Húngaro. Más nos dirá Daniela Kodajová, del Instituto histórico de la Academia de Ciencias Eslovaca:

Relámpago sobre los Tatras es una canción rítmica e históricamente vinculada con la generación de los Štúr, promotores del movimiento nacionalista, cuya influencia se nota fuertemente hasta el día de hoy. Esta canción es un símbolo de protesta, del coraje de expresar la propia voluntad. Hay que decir que en el Imperio Húngaro todos los liceos se parecían mucho y no era nada extraňo cambiar uno por otro, todo lo contrario, era más bien una norma. Sin embargo, el cambio de escuela se hacía al principio del aňo escolar y los estudiantes eslovacos lo hicieron justo antes de su final, y acompaňando su acto, además, con un escándalo. La verdad es que después del verano muchos se volvieron en silencio, según se lo habían ordenado sus padres o mecenas. A pesar de ello, considero que su partida fue un acto heróico y el testimonio de toda una generación. El himno lo simboliza acertadamente.“

Pero quizá desde el aňo 1844 ha cambiado todo. Por ello me ha interesado saber si la gente de hoy siente un vínculo cordial con nuestro himno, si a su modo de ver acierta con el espíritu eslovaco. Responde en primer lugar Peter Dvorský, cantante de ópera:

“Se lo diré abiertamente, a mí no me gusta nuestro himno. Según mi modo de ver, es demasiado agresivo y no caracteriza a nuestra nación. Su letra es sobre relámpagos y truenos, e incita a estar siempre en alerta. Seguramente este himno fue razonado en el momento de su nacimiento, pero me parece que tenemos muchas otras canciones más bellas y que caracterizan mejor a los habitantes asentados al pie de los Tatras. Además, somos una nación que ama el canto y esta melodía no es cantable, sino militar.“ 

El compositor Tomáš Boroš:

“La melodía original Ella cavó un pozo es una canción introvertida, íntima, así que totalmente diferente del mismo himno. Sólo gracias al cambio del tempo. Pienso que nuestro himno cumple todos los requisitos de un himno digno de honor, un himno majestuoso.“

En realidad,Relampaguea sobre los Tatras fue elegido como himno eslovaco entre tres canciones. A este respecto, nos cuenta el historiador Dušan Škvarna:

“Todas fueron compuestas antes o durante el aňo 1848. La canción compuesta por Samo Tomášik en el aňo 1834, Hej Slované – Hey, los eslavos, se ha convertido en el himno actual de Polonia. Otra canción hímnica muy popular nació al umbral del aňo 1848 cuando Karol Kuzmány, influído por el ambiente revolucionario, compuso la canción Kto za pravdu horíQuien arde por la verdad. Es natural que todas las canciones hímnicas más importantes se crearan en aquella época, porque la gente necesita este tipo de canciones para cobrar coraje y reforzar sus convicciones cuando se va acercando un conflicto armado. Y Relampaguea sobre los Tatras cumplió lo mejor posible con este objetivo.“  

Aňado que cuando mi cólega de la radio hizo una encuesta en la calle sobre la relación de los eslovacos con su himno, casi todos respondieron que lo querían mucho, dado que les recordaba nuestros triunfos en el hockey sobre hielo y el biatlón.

 

Mária Mangová

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