La época del castillo de Bojnice en tiempos de la familia Baťa se presenta este verano en la exposición del Museo Nacional Eslovaco de Bojnice. Hay que recordar que en su largo pasado el señorío de Bojnice también fue propiedad de la empresa Baťa conocida en todo el mundo por la producción de zapatos. En aquella época los Baťa compraron el señorío de los herederos de Pálffy por 14 millones de coronas. La compra del señorío de Bojnice formaba parte de la adquisición gradual de la familia Baťa en la región del Alto Nitra; el trato se acordó con la familia Pálffy en agosto de 1938. Como lo comentó el archivero y guía de la exposición Erik Kližan, esta fue una feliz época en la vida del castillo.
La empresa Baťa ejercía aquí un gran espectro de actividades, ya que la mayor parte del señorío estaba formado por bosques. Entre ellas destacaba la explotación de madera. La madera se necesitaba para la fábrica que se estaba construyendo en Baťovany y para la producción de zapatos servían muchas hormas de madera. Más tarde la madera les sirvió para la producción de muebles e interiores de todas las tiendas de Eslovaquia y del extranjero.
Otra ventaja del señorío de Bojnice era la presencia de un balneario.
Apenas la familia Baťa se apoderó de los baños, terminó la construcción del baño de Ján, que ya estaba en construcción, e inmediatamente elaboró un nuevo proyecto para construir una columnata balnearia, alojamientos para los empleados y se construyó allí un albergue para jóvenes. Al mismo tiempo, la empresa Baťa consiguió en pocos años otorgar al balneario el estatus de balneario médico, que hasta entonces sólo tenían algunos de los balnearios más importantes como Karlovy Vary o Piešt'any.
Otra importante atracción de la finca era el castillo de Bojnice.
El castillo sirvió principalmente como edificio administrativo. También había almacenes de verduras, frutas, barros medicinales que la empresa vendía. Había también oficinas, un restaurante, un alojamiento para los huéspedes del balneario y también habitaciones de alquiler.
Esto lo explicó Kližan. El posterior propietario de la empresa - Ján Antonín Baťa visitó Bojnice sólo una vez, el 15 de mayo de 1939 y pasó la noche aquí. En aquella ocasión hubo un convite en el balneario. Los periodistas preguntaron a Baťa si no tenía miedo de los fantasmas del castillo de Bojnice. Baťa, que era conocido por su jovialidad, primero se lo pensó y luego dijo que no. En primer lugar, no creía en fantasmas y, en segundo lugar, si existieran, estaría encantado, porque sin duda los utilizaría de alguna manera significativa en el ámbito de la empresa para cumplir sus objetivos. El periodo de Baťa en Bojnice termina en 1950, tras el incendio que afectó el castillo. Fue justamente después del incendio cuando se decidió construir un museo en el castillo.
Baťa en Bojnice
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