La mayoría de los turistas que vienen a nuestra capital habitualmente suelen visitar el casco histórico, la torre de Kamzík, el monumento de Slavín, el castillo de Bratislava o el de Devín. Sin embargo, varios tesoros de valor histórico esconden también los barrios en los que uno se los menos espera. El guía Ivor Švihran opina que los barrios industriales que en el pasado representaban los barrios pobres, como son Trnávka, Dimitrovka, Jurajov dvor, Kuchajda o Trnavské mýto también merecen ser visitados. Yo misma debo admitir que, aunque vivo en Bratislava ya 28 años, la mayor parte del contenido de la siguiente entrevista ha sido para mí del todo nueva. A Ivor Švihran lo entrevistó la redactora Tatiana Šušková.
Los barrios que formaban parte de la colonia Mierová – de la paz en eslovaco, además de ser barrios pobres y poco alegres eran famosos por el pésimo estado de salud que tenían sus habitantes. Durante el periodo del socialismo el barrio Mierová llegó incluso a encabezar el listado de barrios con una mayor presencia de las enfermedades oncológicas en toda la ex Checoslovaquia. Esta mala situación se acabó hace algunos decenios con el paulatino cierre de la empresa química Istrochem que se encontraba en su inmediata vecindad. Por la presencia de esta empresa estos barrios, incluido el de Trnávka, llevaban el apodo de Infierno, Infierno detrás de la Dimitrovka, que era el viejo nombre de la empresa, o el lugar donde nadie quería ir. Hoy en día afortunadamente estos barrios se transformaron en barrios normales donde se construyen viviendas y donde la gente viene para vivir.
Este barrio pobre paradójicamente nació con una visión de prosperidad prometiendo un auge industrial. Y tuvo una historia por nada insignificante.
La colonia Mierová nació durante la construcción de la empresa Dinamita Nobel. Luego, durante los años 40 del siglo anterior se construyeron aquí las típicas casas alemanas y durante la segunda guerra mundial la empresa estuvo completamente en manos de alemanes. Las casas se mantuvieron allí hasta hoy día, pero algunas ya cambiaron su forma y estilo. Durante los años 50 influyó en la arquitectura de este barrio el famoso arquitecto Vladimír Karfík.
Durante el auge de la empresa Dimitrovka o Istrochem los barrios disponían de una excelente infraestructura, puesto que tenían que satisfacer a las exigencias de sus habitantes, es decir de los empleados de la empresa que en aquel entonces recibían muy buenos sueldos.
Hay que recordar que la altura de los salarios estuvo relacionada con el gran riesgo que derivaba del trabajo. Por ejemplo, la quinta categoría de los trabajadores, que era la más amenazada, era la mejor pagada. Sin embargo, esta gente no llegaba ni a la edad de jubilación. Algunos servicios que compensaban la insalubre vida de sus habitantes, como por ejemplo fueron los campos deportivos, se han conservado hasta hoy en día.
Como ya hemos mencionado, la historia de esta empresa empezó a escribirse desde el año 1865 cuando Alfred Nobel decidió construir aquí, en la zona de pantanos situada en la periferia de la ciudad de Presburgo, una de las 90 sucursales de Dinamite Nobel esparcidas por toda Europa.
La llegada de esta empresa a este barrio significó la oferta de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, representó también una seria amenaza medioambiental. Su cierre paulatino data del decenio entre los años 80 y 90 del siglo pasado. Mucha gente recuerda que el riachuelo Drieňovka que rodeaba la empresa servía de albañal y contenía muchos residuos sulfurosos. El impacto negativo de este riachuelo en el medio ambiente adyacente se puede notar hasta hoy día.
La empresa nació con el nombre de Dinamite Nobel, entre las dos guerras mundiales fue conocida como Dynamitka, luego durante el período socialista empezó a llamarse la fábrica de Juraj Dimitrov o Dimitrovka y algunos años antes del cierre se llamó Istrochem. Recientemente han sido cerradas o derrumbadas en Bratislava más fábricas antiguas. Por ejemplo, la fábrica de goma – Gumonka, la de hilos textiles Cvernovka y últimamente se habla de la fábrica de la cerveza Stein. Mucha gente se opone a la demolición de estas viejas empresas.
El derribo deestas empresas siempre implica la contaminación del medio ambiente. En el caso de Istrochem la contaminación sería particularmente fuerte. Además, dentro del complejo de edificios y pabellones hay varios que tienen un gran valor arquitectónico. Por ejemplo, el edificio monumental de la Fábrica de la Paz, situado en la calle Vajnorská y construido por el arquitecto Vladimír Karfík, se nota desde lejos por su color de turquesa, por su altura y la forma hexagonal de las ventanas. Un valor considerable tiene la fábrica de azúcar que también forma parte del complejo. Según mi opinión sería una lástima demolerlo todo.
Otra zona interesante del barrio industrial es la zona de Jurajov dvor o el patio de Jorge donde en la actualidad se encuentra la cochera de los autobuses del transporte público de Bratislava.
Durante la segunda guerra mundial nació allí una colonia alemana con algunas casitas pintorescas. Una de ellas que fue construida para la familia del director Schmidt en la calle Pri dvore se ha conservado hasta hoy día. Se dice que en esta casita durmió varias veces la amante de Adolf Hitler Eva Braun, puesto que la hija de Schmidt Pupe fue su amiga.
En la fase final de la segunda guerra mundial, es decir, durante la liberación de Bratislava en Jurajov dvor o en el patio de Jorge tuvieron lugar los combates más fuertes.
Por la alta concentración de alemanes y por la ubicación en la parte este de la ciudad en el barrio industrial fueron construidos entre los años 1944 y 1945 cinco bunkers y una muralla antitanque que también han sido conservados hasta hoy día.
Otro barrio pobre lo representaba Trnávka que según las fuentes históricas empezó a edificarse en el lugar de una capilla de espinas – Dornkapelle en alemán, o tŕňová en eslovaco.
Existen varias teorías que explican el nombre y el origen de este barrio. Sin embargo, la historia más moderna de Trnávka empezó a escribir en los años 20 del siglo pasado, cuando empezó a venir a trabajar a Bratislava gente de toda Eslovaquia y justamente en Trnávka se asentaban los más pobres. Durante los años 30 había una situación social tan mala que los periodistas checos venían aquí para escribir reportajes. De estos tiempos data el famoso reportaje “Špatné bydlení“ o viviendas malas. Este barrio también fue famoso por no tener calles normales, sino solo las callejuelas entre las casas. Estas tuvieron que servir para el acceso fácil de los bomberos, puesto que las casas pobres fueron construidas con materiales residuales, muy combustibles y por eso los incendios aquí eran bastante frecuentes. Por eso las callejuelas se llamaban “callejuelas de los bomberos“. Esta arquitectura, incluidas muchas casas, se han conservado también hasta hoy día.
Las excursiones por los barrios pobres gozan de una gran popularidad. La mayoría de la gente que viene con el guía Ivor Švihran, bratislavenses o turistas de fuera, todos quedan sorprendidos, todos admiten de no haber imaginado la riqueza histórica y arquitectónica de esta zona industrial.
Bratislava industrial_historia
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