En enero, casi 200 municipalidades eslovacas con aproximadamente 270 mil habitantes carecían de servicio de recogida selectiva de residuos, debido a que las organizaciones de responsabilidad del productor (OZV por sus siglas en eslovaco) habían rescindido los contratos que tenían con estas. Según un estudio realizado por el Instituto de Política Medioambiental, 400 municipalidades el año pasado cambiaron la OZV que tenían contratada para la recogida de basura.
Desde 2016, año en que se estableció en Eslovaquia el actual sistema de recogida selectiva, 99 municipalidades han cambiado de OZV hasta tres veces y cuatro municipalidades, incluso hasta cuatro veces. El objetivo del estudio era identificar los puntos débiles del sistema actual y hacerlo más eficiente. El director del Instituto de Política Medioambiental Martin Haluš asevera que la clave para una mayor estabilidad del sistema de recogida selectiva es el reforzamiento de la posición contractual de las municipalidades. "En la actualidad, cada una de las casi 3000 municipalidades eslovacas debe contratar por separado una OZV, lo cual hace que la posición negociadora de estas sea más débil", agrega Haluš.
El estudio también recomienda garantizar la estabilidad y previsibilidad de las relaciones contractuales, como por ejemplo contratos plurianuales entre las municipalidades, las empresas de recogida de residuos urbanos y las OZV, así como establecer un estándar mínimo de servicios que las OZV tengan que proporcionarles a los ciudadanos, conjuntamente con una infraestructura de clasificación adecuada.
Igualmente, propone realizar auditorías externas a los productores, introducir un control sobre el uso de fondos por parte de las organizaciones de responsabilidad del productor, mejorar las actividades de control y recopilación de datos y aplicar sanciones claras y motivadoras.
