Desde hace más de 15 años me dedico al tema de la emigración de los eslovacos durante la primera mitad del siglo pasado. Puesto que transmitimos en idioma español, he centrado mi atención en el continente americano, sobre todo, en América Latina. La mayoría de mis entrevistados son descendientes de los eslovacos emigrados a Argentina. Pero hoy les quiero contar una historia un poco diferente y enseguida les explicare el porqué.
La semana pasada apareció una noticia relacionada con la inauguración del busto de Štefan Boleslav Roman, un eslovaco que emigro de Eslovaquia a Canadá en el periodo de entreguerras y llegó a ser muy rico. Aparte de ello, este personaje fundo el Congreso Mundial de Eslovacos cuyo objetivo era unir a los eslovacos esparcidos por el mundo y servirle tanto de punto de comunicación como para representar los intereses de Eslovaquia en el mundo. Y sobre todo promoviendo el derecho a la libertad.
Inmediatamente me recordé que varios de mis entrevistados de América Latina hablaban de los períodos difíciles por los que las colectividades checas, eslovacas y checoslovacas pasaron durante el siglo XX, sobre todo, por razones políticas. Se me ocurrió que quizás les hubiese ayudado asociarse en una especie de congreso o foro que los representara. Pues, creo que contar la historia de Štefan Boleslav Roman y del Congreso Mundial de Eslovacos vale la pena. Aprovechamos para ello una película grabada por Matica slovenská, publicada posteriormente en YouTube. Habla Peter Jašek, historiador del Instituto de la Memoria Nacional.
Un año importante en su vida fue 1937, cuando decidió abandonar su tierra natal, en aquel entonces Checoslovaquia, y emigrar a Canadá. En realidad, no fue decisión suya, sino de su hermano mayor Juraj, que en aquel entonces ya estaba casado y quiso emigrar junto a su esposa. Sin embargo, el padre le dijo a Juraj que le daría su bendición para el viaje sólo si se llevaba consigo a su hermano menor Štefan. Así fue la historia o mejor dicho el motivo real de la emigración de Štefan Boleslav Roman.
Este patriota y en su tiempo el mayor propietario de minas de uranio en el mundo era casi un desconocido en Eslovaquia. En el extranjero incluso llevaba el apodo del Rey de Uranio. Pero tenemos que añadir que este hombre de negocios también contribuyó al desarrollo de la Iglesia greco-católica en Eslovaquia y en el mundo. Gracias a sus méritos su retrato se convirtió en el tema de un sello postal y un conjunto de monedas de euro eslovacas.
Durante los primeros años de la emigración Roman tuvo que buscar trabajo en las granjas o como obrero en las fábricas. Por ejemplo, trabajó en General Motors. Luego, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, pasó varios años en el ejército canadiense. Podemos decir que los primeros años de su vida en Canadá fueron particularmente difíciles.
Štefan Boleslav Roman era un cristiano, un patriota y un demócrata con un gran espíritu empresarial. Su hijo Stefen G. Roman lo recuerda con mucha estima y reconocimiento.
Mi padre, ya de joven de solo 30 años, descubrió un yacimiento de uranio, que en aquel entonces formaba parte de los más grandes en el mundo. Construyó la ciudad de Elliot Lake y fundó la compañía de alcance internacional Denison Mines. Yo tenía solo 5 años cuando me llevó a la mina. Hay que decir que como niños no teníamos muchas oportunidades de pasar el tiempo en compañía de nuestro padre, pero me quedaron en la memoria varios momentos clave como, por ejemplo, el de haber bajado a la mina por primera vez. Más tarde, después de esta experiencia la región del norte de Ontario empezó a gustarme más. Seguro que por un lado fueron los genes y por el otro mi carácter explorador, los que me condujeron a volver a la edad de 19 años a estas minas. Volví para trabajar como minero. Trabajé allí por varios años adquiriendo experiencia y el certificado de minero. Desde allí pasé a la sede de la empresa Denison Mines para trabajar junto a mi padre y otros gerentes.
Se dice que el dinero estropea el carácter. Pero no siempre tiene que ser así. Štefan Boleslav Roman, como un católico griego creyente y orgulloso, no era indiferente al destino de su Iglesia en nuestro país y en el extranjero. Además de respetar las leyes, respetaba también las reglas del negocio correcto. Continúa Pavol Parenička, historiador del Instituto Literario de Matica slovenská.
Por un lado, Štefan Boleslav Roman es considerado un gran empresario en el ámbito de la explotación minera, incluso recibió el apodo de "rey del uranio". Pero hay que recordar que sus actividades empresariales no estaban relacionadas solo con el ámbito de la minería. Trabajó en varios sectores industriales penetrando poco a poco en el mercado estadounidense. Debo destacar, que el presidente estadounidense Richard Nixon, antes de ser electo como presidente, trabajaba en el departamento legal de una empresa de Roman. Entre los años 1974 y 1977 Roman junto a otro empresario Eugen Löbl escribieron el libro "Sociedad Responsable", que fue editado por una renombrada editora de Nueva York. Esta obra ganó mucho reconocimiento tanto desde la parte de la prensa mundial como en las filas de los expertos de negocios.
Hablando de Štefan Boleslav Roman no podemos omitir sus esfuerzos y méritos en unir a los eslovacos residentes en el extranjero. El encuentro fundador del Congreso Mundial de Eslovacos, como la representación mundial de los eslovacos residentes en el extranjero, se celebró en junio de 1971 en Toronto. La asamblea eligió a Štefan Roman como primer presidente, quien ocupó el cargo hasta su muerte en 1988. Štefan Roman era capaz de ganarse la simpatía y el entendimiento entre los políticos, estadistas, científicos y personalidades importantes del mundo. Concluye Peter Jašek, historiador del Instituto de la Memoria Nacional.
Una etapa importante de la vida de Štefan Boleslav Roman la representaron los años 50, cuando empezó a invertir su capital de manera más consistente. Empezó a tener éxito y fue creando un imperio empresarial. Éste se basaba en dos pilares. Uno fue la cría del ganado en las granjas y otro fue la compra de los terrenos en los que construía las minas de uranio.
Štefan Boleslav Roman falleció en marzo de 1988 en Toronto. El 4 de octubre de 2021, con ocasión de celebrarse el centenario de su nacimiento, fue inaugurado por Matica Slovenská en Martin su primer busto en Eslovaquia. Hasta aquel entonces solo una pequeña placa conmemorativa en su lugar de nacimiento en Nový Ruskov conmemoraba a este patriota.
Štefan Boleslav Roman
Máte problém s prehrávaním? Nahláste nám chybu v prehrávači.
Galéria
