Otro de los muchos italianos que eligieron vivir en Eslovaquia y que entrevisté en el marco de nuestro proyecto dedicado al 20 aniversario de la entrada de Eslovaquia en la UE es Alessandro Zazzeron. Yo le conocí en 2003, cuando la ciudad de Šamorín puso en marcha una majestuosa obra: la construcción de un parque industrial italiano, colaborando con la asociación empresarial de la ciudad italiana de Vicenza. Desgraciadamente tengo que revelar que el parque en el que se encontraban varias infraestructuras, empresas y un comedor grande, paulatinamente fue vaciado por la pandemia del Covid. Hasta ahora no volvió a activar, pero volvámonos a Alessandro y su historia personal en Eslovaquia.
Llegué a Eslovaquia en 2003 para supervisar la puesta en marcha de una nueva actividad de nuestra empresa, dedicada a la producción de piezas para la industria del automóvil, por desgracia, nuestra empresa, como muchas de este sector, sigue sintiendo el impacto negativo de la crisis de Covid. En todo caso, para mí fue una gran experiencia gracias a la cual tuve la oportunidad de encontrar y conocer a varias personas, tanto eslovacos como italianos y también asistir a varios encuentros institucionales dirigidos, por ejemplo, por la cámara de comercio italiana o la Confindustria.
A pesar de un periodo difícil en su vida profesional, Alessandro ha formado una familia en Eslovaquia.
Luego conocí a Katarína, que se convirtió en mi esposa y pasó a ser la mamá de mi hija Dalia, una maravillosa niña de 1 año.
¿Estás contento de haberte quedado a vivir en Eslovaquia?
Desde luego que sí. Eslovaquia es un país que me ha dado mucho y espero que aún pueda darme algo más. La decisión de venir a Eslovaquia es una de las que repetiría otra vez más. Con toda seguridad puedo afirmar que no me arrepiento para nada de haber optado por esta oportunidad. En Eslovaquia me siento como en casa.
Se dice que las mentalidades eslovaca e italiana son bastante afines. ¿Qué piensas al respecto? ¿Encuentras algunas diferencias entre nosotros?
Digamos que los eslovacos a veces son poco flexibles con respecto a nosotros, los italianos. A veces esto supone una cierta dificultad.
Aparte del trabajo y de la familia, a Alessandro le apasiona su carrera de alpino. Le pedí de explicarnos algo de la historia de los Alpinos.
Nuestra asociación nació después de la Primera Guerra Mundial cuando los veteranos y excombatientes después de haber sufrido juntos y compartido todas las atrocidades de la guerra empezaron a sentir la necesidad de conmemorar y compartir las experiencias vividas en las trincheras. Al fundarse la Asociación de los Alpinos el Cuerpo Militar italiano ya estaba cumpliendo sus 50 años. Hoy en día tenemos alrededor de 320 mil miembros, esparcidos por todo el mundo, desde Australia hasta Sudamérica. Hace ocho años algunos alpinos residentes en Eslovaquia y yo sentimos la necesidad de fundar una sucursal en Eslovaquia para poder difundir y llevar por delante el espíritu alpino.
Además, también en este ámbito Alessandro sigue descubriendo nuevas conexiones checo-eslovaco-italianas.
Es una curiosidad que, durante la Primera Guerra Mundial, los legionarios checoslovacos lucharan junto a soldados italianos que llevaban sombreros típicos de los Alpes, los mismos que seguimos llevando nosotros hoy en día. Todos los años, los alpinos de Eslovaquia y los alpinos de Italia participamos en las conmemoraciones dedicadas a la memoria de los soldados checoslovacos que fallecieron en Italia. También les recuerdo que Italia regaló la primera bandera nacional a la República Checoslovaca y fue el primer país que reconoció la independencia de Checoslovaquia.
Los Alpinos se originaron como tropas de montaña del ejército italiano y su propio nombre revela de qué montañas estamos hablando, así que se trata de un cuerpo militar de los Alpes, que tiene una historia de más de 150 años y ahora es parte importante de las fuerzas armadas italianas.
En Eslovaquia hay 40 miembros. Entre las muchas actividades en las que participan está la conmemoración del recuerdo de los soldados caídos en Italia, que es una de las principales actividades de esta organización. Hablamos también de los soldados italianos caídos aquí en Eslovaquia, la mayoría durante la Primera Guerra Mundial, que están enterrados en más de 70 cementerios. Intentamos visitar estos cementerios y buscar otras tumbas, sobre todo a petición de los familiares supervivientes, que desean averiguar el lugar de enterramiento de su ser querido.
Otra actividad muy beneficiosa para Eslovaquia es el voluntariado.
Les recuerdo que en el centro de Eslovaquia hay Alpinos de la ciudad de Udine, que llevan más de 7 años desarrollando allí diversas actividades. Han contribuido a la construcción y establecimiento de una residencia de ancianos, una guardería, la reconstrucción de una iglesia del siglo XIV... y continúan con proyectos similares. Además, como los alpinos también forman parte de la Defensa Civil italiana, ya han visitado Eslovaquia para crear un centro para refugiados de Ucrania en Michalovce, que fue donado por el gobierno italiano a Eslovaquia como ayuda de emergencia. Estas tropas alpinas están ayudando tras las catástrofes naturales en todos los rincones del mundo.
Alessandro Zazzeron_web
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