Antes de empezar con el siguiente tema debo explicarles las palabras "salaš", "bača", y "valach", que forman parte del patrimonio cultural de nuestro país y con la traducción a cualquier idioma del mundo pierden su encanto. "Salaš" no es una granja común de ovejas, sino una pequeña cabaña de madera situada entre los prados de una zona montañosa y detrás de ella, al aire libre, se halla un rebaño de 200 - 300 ovejas protegidas solo por un sencillo cerco de madera y por el ladrido de 2 - 3 perros. Eso es salaš. Y su dueño o granjero que a menudo es también el pastor del rebaño se llama "bača", o "valach". Suele ser representado como un hombre robusto, con un sombrero, un manto largo y en la mano suele tener una flauta.
En el pueblo de Zázrivá celebraron la apertura de la temporada de pastoreo con un ritual tradicional. El proyecto intitulado "El recorrido de la Cultura de los Pastores" por cuarto año intenta desempolvar las antiguas tradiciones, renovar las viejas costumbres y concienciar a la ciudadanía local sobre la cultura tradicional y una de las profesiones originales de su pueblo - la de los pastores que en esta región se llamaban "valach" o "bača".
En el pasado el desplazamiento de la cabaña de los pastores solía ir acompañado de varios rituales mágicos como era el de clavar el hacha en la cepa, encender el fuego que no tuvo que apagarse nunca o mezclar las ovejas entre ellas con un incienso de hierbas para que se conozcan y para que no se pierdan. Habla Peter Madigár, coordinador del proyecto.
Las ovejas tenían que acostumbrarse, tenían que adaptarse al resto del rebaño. Cuando se conocían bien el granjero podía empezar a mandarlas al pastoreo. Conociéndose entre sí no se perdían más. Formaban un grupo compacto.
La región de Orava y particularmente el pueblo de Zázrivá están conocidos sobre todo por la producción de la leche y del queso de oveja. Sin embargo, en el pasado había muchas ovejas más. La situación de hoy no es por nada comparable con la del pasado.
La cultura del pastoreo tradicional está relacionada con la creación del paisaje, con la economía local, la necesidad de pacer la hierba en los prados y finalmente con la producción local de productos derivados de la leche, como son el queso fresco, el queso ahumado, la bryndza y la žinčica. Son todos productos sanos que provienen de la naturaleza intacta. Durante los últimos años todo esto se encontraba en decadencia.
Los motivos de la decadencia del pastoreo en Eslovaquia son muchos. Los más relevantes son la cantidad enorme de normativas que deben cumplir los granjeros y pastores y también la gran fatiga que exige el mismo trabajo. El pastor Ladislav Kazár dice que en la actualidad nadie quiere dedicarse a este trabajo. Los típicos "bača", que saben ordeñar manualmente, casi han desaparecido. Un problema grande es también la falta del interés de los jóvenes en trabajar en la agricultura. Simplemente no hay más pastores "valach" o "bača", como se llaman en eslovaco.
Al comienzo de la primavera suelen llamarme algunos granjeros pidiéndome recomendaciones del personal, es decir, de los pastores disponibles. Y yo les contesto que conozco a varios, pero todos ya yacen en el cementerio, ellos desafortunadamente no pueden ayudarles más. Hoy la gente no quiere más criar o pastar las ovejas.
Este año, en comparación con los años anteriores, afortunadamente, los granjeros dicen que han notado un mayor interés de parte de la gente local en comprar los corderos. Lo confirma también Matúš Mních, alcalde de Zázrivá.
La gente local empezó a comprar a los corderos, uno o dos, para que pazcan las hierbas en sus patios o jardines. Han entendido que es más cómodo tener a un corderito que tener que cortar la hierba con regularidad.
Despertar el interés en la cultura del pastoreo es uno de los objetivos principales del proyecto "El recorrido de la Cultura de los Pastores", en el que el pueblo de Zázrivá está tomando parte.
Zázrivá_la temporada de pastoreo
Máte problém s prehrávaním? Nahláste nám chybu v prehrávači.
Galéria
