Como ya ustedes habrán notado, con la llegada del mes de noviembre hemos empezado a hablar de un gran aniversario, que es el trigésimo de la Revolución de Terciopelo, y que se conmemora el 17 de noviembre. Los temas de abordar son muchos, puesto que la libertad penetró paulatinamente en varios, si no todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Entre las evaluaciones de los últimos 30 años obviamente prevalecen las positivas. Sin embargo, como ocurre siempre, el 100% de las cosas del régimen anterior no eran malas. Y así, sobre todo entre la generación mayor, a menudo surge la nostalgia por las desaparecidas garantías sociales. Además con la democracia vinieron fenómenos como son el extremismo o la máxima pobreza ocasionada por la pérdida de trabajo y de otras garantías.
Se dice que la libertad de una persona termina donde empieza la del otro. Entonces decidí aceptar la propuesta de una persona que quiso confesarnos la experiencia vivida con los grupos extremistas eslovacos y su percepción un poco diferente de la Revolución de Terciopelo. Mi huésped de hoy se llama Miguel Ángel Méndez Lara -un nicaragüense que llegó a Eslovaquia en 1985 para estudiar comercio internacional y durante estos 34 años ha llevado a cabo varios proyectos de cultura latina.
Miguel Méndez_extremismo
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