Unir una idea o una filosofía, un acto de heroísmo o un memorial al movimiento al aire libre ha estado y está cada vez más de moda en Eslovaquia. Parece que realmente a los eslovacos les gustan las diversas marchas de conmemoración y los peregrinajes, bien realizados a pie o montando en bicicleta. Recientemente, después de una pausa de dos años, más de 40 personas han asistido a la marcha o la ruta de Vrba Wetzler, que empezó en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, y terminó en la ciudad eslovaca de Žilina. El recorrido se cumplió con una ceremonia celebrada en la sinagoga Neologická de Žilina. Según Petr Švec, de la sucursal eslovaca de la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalén (ICEJ), la marcha sigue la ruta de aproximadamente 130 kilómetros de dos judíos eslovacos, Rudolf Vrba y Alfred Wetzler. En abril de 1944 estos dos, en aquel entonces, jóvenes, en circunstancias dramáticas, lograron escapar con éxito del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau llegando al pueblo de Skalité, en Eslovaquia, y luego llegando en tren hasta Žilina. Su informe sobre la vida en Auschwitz-Birkenau ayudó a salvar miles de vidas humanas.
Desde el principio, quisimos que el heroísmo de Vrba y Wetzler fuera conmemorado no sólo con un monumento o una placa, aunque monumentos y placas en su homenaje ya existen y continúan apareciendo nuevos. Esto nos complace, por supuesto. Pero nuestro objetivo fue el de construir un monumento vivo, construido por personas que dediquen el tiempo a esta actividad.
Petr Švecafirma y nos recuerda que el informe de Vrba y Wetzler fue considerado uno de los documentos más importantes de la Segunda Guerra Mundial. Un documento, según Švec, cuyo mensaje fue también el de no rendirse y continuar diciendo la verdad, pero también escuchar, observar y evaluar atentamente los hechos que suceden, todo ello para evitar ser superficiales. Estos dos hombres tenían un gran carácter, eran muy valientes y llevaban una “brújula moral” incorporada. Lo más paradójico es que tras su peligrosísima huida del campo de concentración y tras aún la más peligrosa marcha hacia Žilina, nadie les quiso creer, ni los mismos judíos. Continúa Petr Švec.
Creo que hemos conseguido darle vida a nuestro propósito. De las 40 personas que participaron en el recorrido de este año, una tercera parte ya había asistido a las ediciones anteriores de la marcha y el resto era gente nueva. Estas personas se tomaron vacaciones y sacrificaron su tiempo libre para hacer el recorrido de 120 kilómetros en condiciones no siempre fáciles. Sin embargo, hay que destacar que, aunque sea difícil el recorrido actual, no se puede comparar con el que pusieron en marcha el 7 de abril de 1944 los jóvenes Vrba y Wetzler.
El recorrido de la marcha se basa en las descripciones de la huida publicada en dos libros separados, uno publicado por Wetzler y otro por Vrba. Los participantes caminaron en su mayoría por el territorio de Polonia hacia la frontera con Eslovaquia. Allí, en la frontera polaco-eslovaca de Zwardon, se reunieron en un monumento a la marcha, esculpido por el escultor eslovaco Fero Guldan e instalado durante la primera marcha de 2014. El último tramo que pasó por el territorio eslovaco los participantes lo hicieron en tren al igual que en su día Vrba y Wetzler. En Žilina se reunieron en la sala conmemorativa de Wetzler y Vrba, situada en la calle Hollého, y terminaron la marcha por la noche en la sinagoga Neologická.
El Memorial de Vrba-Wetzler es un esfuerzo de colaboración de una amplia comunidad de ciudadanos. Es un intento práctico de cultivar el espíritu de la memoria de la nación con una preocupación común por el futuro. Una marcha de personas que piensan, sienten y no quieren ser meros testigos pasivos. 130 kilómetros a pie siguiendo las huellas de Vrba y Wetzler desde Auschwitz hasta Žilina, una semana de esfuerzo físico, discusiones conjuntas, así como meditaciones en solitario, que termina en Žilina con una conclusión solemne en la sinagoga, es una experiencia poderosa y motivadora para todos los participantes.
La marcha de Vrba Wetzler
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