Como ya hemos dicho, había más motivos o causas de los matrimonios mixtos, checo-eslovacos. Los eventos, ferias y exposiciones, el estudio, el servicio militar y finalmente, también el trabajo. Por ejemplo, otro protagonista de hoy que provenía del pueblo de Jinošov situado en la provincia de Náměšť nad Oslavou, en Moravia, se llama Jaroslav y vino a Eslovaquia hace 55 años para construir la central nuclear de Jaslovské Bohunice. Debido a que ya no vive, pues falleció en 2006, habla su esposa Ruženka.
Mi esposo vino a Eslovaquia en 1967 para construir la central nuclear de Jaslovské Bohunice. Cuando trabajaba, solía venir a comer en un restaurante en el que yo y mi hermana solíamos ir durante los fines de semana para entretenernos. Allí, frecuentando el mismo lugar conocí a mi esposo. Mi matrimonio duró 40 años.
Su esposo no se lo puede contar más. ¿Pero podría usted revelarnos qué relación tenía su esposo con los eslovacos?
Quería mucho a los eslovacos. Para él Eslovaquia le dio la oportunidad de un trabajo interesante, que además le gustaba mucho. Por ello se quedó a trabajar en la central nuclear hasta su jubilación. Formó conmigo una familia de tres hijos y vivimos juntos hasta su fallecimiento. Creo que estaba satisfecho con haber elegido Eslovaquia para vivir.
¿Se recuerda usted del momento de la división de Checoslovaquia? ¿Cómo lo vivió?
No sabría definirlo. Yo estaba muy contenta por la vida en Checoslovaquia. Convivíamos bien, tranquilos. Yo personalmente temía mucho la división, pero paulatinamente me acostumbré a ello. Siempre destaco que a mí la convivencia con los checos no me molestaba por nada. Yo siempre he querido a los checos. Sin embargo, la división del estado no causó ningún problema en nuestra familia. Con los parientes de Moravia siempre formamos una familia unida, nos queremos igualmente, intercambiamos cartas, llamadas, visitas…
30años_Chequia_Eslovaquia_Ruženka y Jaroslav
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