La Cáritas Católica Eslovaca lanza de nuevo la campaña de la Cajita de la Cuaresma. Se trata de una colecta pública para sustentar varios proyectos en África, especialmente se centra en ayudar a niños huérfanos y también a niños discapacitados. En Uganda, por ejemplo, los eslovacos gestionan un centro para 55 niños seropositivos, así como cursos de manualidades para los jóvenes. En Ruanda, educan a 120 niños de guardería en el pueblo de Kibeho.
La caja de Cuaresma llegó a las iglesias eslovacas después del 2º domingo de Cuaresma. Es la 12ª vez que la Cáritas Católica Eslovaca hace un llamamiento a la solidaridad con los necesitados de África a través de esta campaña. Los interesados en participar pueden recoger las cajitas de papel en las que luego depositarán su contribución de caridad en las iglesias o pueden pedirlas a través del sitio web www.postnakrabicka.sk. Este año la Cajita de la Cuaresma está adornada con fotos que documentan una historia de ayuda que se realizó en Ruanda, África. Se trata de Flower, una niña de 6 años con parálisis cerebral que vive con su abuela. Gracias a la ayuda de Eslovaquia, ha aprendido a andar. Fue en septiembre, cuando se puso en manos de un fisioterapeuta en el centro de rehabilitación de las Hermanas Franciscanas de Cyangugu. La semana pasada, un equipo de seguimiento de la Caritas visitó a Flower. Ella les dio la bienvenida corriendo y riendo.
Estaba un poco resfriada, pero en cuanto descansó vino corriendo a vernos. La casa en la que vivía con su abuela se había derrumbado, así que tienen que pagar el alquiler. Veremos cómo podemos ayudarles.
Describió la visita Martin Vittek, director de proyectos de Cáritas Católica Eslovaca, que se encuentra actualmente de viaje de supervisión en África. La ayuda para Flower les ha costado 50 euros. Continúa Ján Košta, coordinador de la recolecta.
Gracias a estos 50 euros Flower ha podido hacer sus primeros pasos. Con la recolecta conseguimos fondos para que lograra caminar. Eso es nuestra tarea. Empujar a la gente a hacer sus primeros pasos, posibilitárselo, para que puedan seguir por delante afrontando la vida.
Romana Pluhallová estuvo de voluntaria de Cáritas Católica Eslovaca en Ruanda.
En la calle encontré a una niña que no tenía padres, tampoco tenía familia. Eran los vecinos quienes le daban de comer y alternativamente dormía en varias casas de amigos. Muchas veces los mismos pobres que ya tienen poco para sobrevivir están dispuestos a ayudar a los demás necesitados.
Este año la organización quiere ayudar a otros 40 niños discapacitados en África.
Para este año hemos seleccionado a más de 40 niños que en su mayoría tienen dificultades para caminar, pero hay también quienes tienen otros problemas de salud, como por ejemplo la hidrocefalia. A estos niños les ayudamos, aparte de proporcionarles la asistencia sanitaria, regalando a sus familias una cabra, un cerdo o algunas gallinas.
La Cáritas Católica Eslovaca ha distribuido las Cajitas de la Cuaresma ya en más de mil parroquias eslovacas. Las cajitas son simbólicas, deberían motivar a la gente a renunciar algo. En ellas las familias de los benefactores ponen el dinero que hubiesen gastado para alguna golosina o para un café más. Este dinero luego ayuda a sobrevivir, a curar de enfermedades o incluso a estudiar. Continúa Ján Košta, coordinador de la recolecta.
En la actualidad estamos abriendo un curso para albañiles y un taller para cocineros. El desarrollo de los oficios y artesanías ahora representa una de nuestras prioridades. Incluso queremos construir una especie de albergue para los estudiantes.
Las primeras cajitas han sido llenadas con el dinero obtenido a través de la venta de los objetos producidos por los mismos beneficiarios de la recolecta del año pasado. Son varios suvenires producidos a mano.
Me gusta ayudar a la gente, lo hago con regularidad.
Si una persona deja entrar esta idea en su corazón, automáticamente quiere contribuir, quiere ayudar.
Una vez finalizada la Cuaresma, Cáritas Católica Eslovaca pide que se envíen donativos como colecta pública. "Vivir la Cuaresma de forma espiritual y elegir voluntariamente a qué renunciamos algo es un reto maravilloso. La Cajita de la Cuaresma puede ayudarnos a hacerlo. Funciona también como una herramienta para enseñar a los niños y a las familias la moderación y el sacrificio", invita a participar Jan Košta, coordinador de la colecta. Gracias a generosos donantes, la Cáritas Católica Eslovaca ayuda a los necesitados de África durante todo el año.
Cáritas Católica Eslovaca dirige el centro Gift of Love – Regalo del amor para 55 niños seropositivos en Uganda, una guardería para 100 niños pobres en el pueblo de Unna y organiza cursos anuales de artesanía para 60 jóvenes en el Taller de San José. Este año quiere terminar la construcción de un taller de albañilería y construir un taller de cocina y un dormitorio para los nuevos alumnos. En Ruanda educa a 120 niños de guardería en el Centro Cultural San Vicente Pallotti de Kibe y da clases a otros alumnos más. Para los padres de estos niños está planificando un curso de confección de rosarios.
Cajita de la Cuaresma
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