El pasado 21 de junio tuve la oportunidad de asistir a la entrega de premios de tres concursos muy interesantes, organizados todos por la Embajada de España en colaboración con los institutos bilingüe eslovaco-español que funcionan en nuestro país. Se trató de la Olimpiada de Matemáticas, la competición de cortometrajes y del concurso “Garcilaso de la Vega”, enfocado fundamentalmente en la redacción de textos en español, tanto de ciencias naturales como humanísticas. Al jardín de Liszt, al lado de la Biblioteca Universitaria de Bratislava, llegaron los alumnos ganadores de las competiciones celebradas a lo largo y ancho del país, en compañía de sus maestros. A la ceremonia fue invitada la Embajadora de España en Eslovaquia, Lorea Arribalzaga Ceballos. Sin embargo, a mí me llamaron la atención, sobre todo, los ganadores, que eran los principales protagonistas y a quienes en sí pertenecía toda la gloria de aquel día.
La entrega de premios a los mejores alumnos eslovacos de español
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