Los deshollinadores eslovacos traen buena suerte

Los deshollinadores eslovacos traen buena suerte

Una gran parte de las felicitaciones de Año Nuevo en Eslovaquia está acompañada de la imagen de un deshollinador o limpiachimeneas. El motivo es que la figura del deshollinador trae buena suerte. Además, cuando se lo encuentra en la calle, la gente supersticiosa cree que tiene que tocar inmediatamente un botón en su vestuario para que la buena suerte no se le escape. Los que no creen en el botón creen en su trabajo porque el deshollinador trae calorcito a sus casas. Cuando fuera hace 20 grados bajo cero y la chimenea no tira, incluso las personas que tachan la tradición del deshollinador de ficción experimentan un intenso sentimiento de felicidad cuando el deshollinador acude a su casa, así que los deshollinadores, aunque sean pocos en Eslovaquia, y muchas veces tengan que conducir cientos de kilómetros al día para subirse a los tejados de sus clientes, están recogiendo sonrisas por todos los lados donde se mueven. Puesto que aún nos encontramos en el período de las felicitaciones de nuevo año, decidimos presentarles a un deshollinador o limpiachimeneas, técnico de revisión de chimeneas y vicepresidente de la Cámara de deshollinadores de Eslovaquia, Gabriel Klotton junior. La primera pregunta nos salió automáticamente: ¿Es verdad que la gente continúa creyendo que los deshollinadores traen buena suerte?

Sí, la gente cuando nos encuentra por la calle, inmediatamente está buscando un botón en su vestuario, algunos se atreven a tocarnos y algunos incluso nos piden la posibilidad de arrancar un pelo del cepillo. Todo esto para no dejar que la buena suerte se escape.

Creo que cuando usted se presenta con este lindísimo uniforme, mucha gente quiere incluso fotografiarse con usted, ¿verdad?

Claro, todo esto incluye la profesión de un deshollinador.

El porqué llevan la ropa negra los deshollinadores es bastante claro a todos. Sin embargo, el uniforme tiene sus reglas y su larga historia. El predecesor de la vestimenta actual es de la época del emperador Rodolfo II, que en el siglo XVI la confirmó por decreto a los chambelanes italianos en Bohemia. Desde entonces, el atuendo del deshollinador no ha cambiado significativamente. Hoy en día, el uniforme de un verdadero deshollinador representa un requisito de la Cámara de deshollinadores. Parece que el uniforme que lleva usted es siempre el mismo de las imágenes de cien años atrás...

Sí, aunque haya pasado por algunas modificaciones modernistas, el uniforme, tanto el laboral como el de fiesta, realmente ha cambiado muy poco. Es, naturalmente, de color negro. El de fiesta tiene sombrero, mejor dicho, sombrero de copa, mientras que el traje laboral tiene una gorra negra. En la República Checa, por ejemplo, tienen una gorra de color blanco. Según mi opinión, no es un color ideal para trabajar en las chimeneas. Si uno trabaja bien, tiene que ensuciarla rápidamente. En Italia no llevan gorra, sino una especie de capucha. Otro accesorio de nuestro uniforme es el cepillo redondo que, con el tiempo, también pasó por varias modernizaciones, sobre todo desde el punto de vista de los materiales utilizados.

En el pasado los limpiachimeneas deambulaban por los pueblos, pasando de casa a casa. Hoy en día su servicio lo efectúan por petición expresa. ¿Cree usted que esta profesión está desapareciendo paulatinamente?

No creo. Obviamente, en comparación con el pasado somos menos, pero no creo que desaparezcamos en un breve futuro. Hasta que existan las chimeneas, existirán los deshollinadores. Aunque la gente continúe comprando bombas de calor, siempre hay muchos que prefieren el calor de la chimenea. En la actualidad los limpiachimeneas eslovacos tienen trabajo suficiente.

Puesto que su abuelo y también su padre fueron limpiachimeneas, usted no tuvo que adaptarse demasiado a esta realidad, ¿verdad?

Si bien esta profesión tiene en mi familia una larga tradición, ni yo ni mi padre pensábamos en llegar a ser deshollinadores. Mi padre aprovechó el momento después de la caída del socialismo, desempolvando la profesión de su padre ... que, con la llegada de la libertad, empezó a tener más respeto. Pero sobre todo quiso hacer alguna actividad por cuenta propia. En aquel entonces incluso nació el gremio de los limpiachimeneas y también la Cámara de deshollinadores de Eslovaquia. Yo desde mi infancia ayudé a mi padre, pero no soñaba con tomar el relevo. Estudié en la Universidad Politécnica licenciándome como electro ingeniero. Más tarde decidí seguir las huellas de mi padre. Aunque trabajar con la gente es a veces muy difícil, debo decir que me gusta bastante este trabajo.

¿Hay alguna mujer entre los deshollinadores eslovacos?

Claro que sí... hace algunos años había pocas, por lo que su número fue públicamente conocido. Pero ahora hay bastantes mujeres, así que no le sé decir el número preciso.

¿En qué periodo del año ustedes tienen más trabajo?

Nuestra temporada principal empieza a finales de agosto, cuando termina el verano y mucha gente empieza a pensar en el otoño. Hablo de la gente concienciada. Pero la verdadera crisis llega con primer día frío, cuando se despiertan los demás y todo el mundo se queja de que hay muy pocos limpiachimeneas. Y yo digo siempre, llámennos en marzo, con la salida del frío, no con su llegada. En marzo serían suficientes tres deshollinadores para todo el país.

¿Cuánto tiempo lleva la profesión de limpiachimeneas o deshollinador en nuestro territorio?

Sabemos que ya durante el gobierno de la emperatriz María Teresa existían los gremios profesionales de los deshollinadores. Es decir, nuestra profesión ya disponía de todas las reglas y licencias oficiales. Luego, durante la época del socialismo, esta profesión o mejor dicho este servicio formaba parte de los llamados servicios comunales. Luego, en los años 90 se fundó nuevamente el Gremio de deshollinadores y luego también la Cámara de deshollinadores de Eslovaquia, establecida por ley.

¿Dispone usted del número preciso de deshollinadores o limpiachimeneas que tenemos en Eslovaquia?

El número preciso no lo tengo, puesto que la membresía en la Cámara de los deshollinadores no es obligatoria. El número de sus miembros es de 220. Así pues, estimo que podamos tener más o menos 500 limpiachimeneas en el país.

¿Existe interés por esta profesión entre los jóvenes?

En el instituto técnico de Nitra enseñan la asignatura de limpiachimeneas y dicen que cada año se encuentra un grupo o una clase de interesados, así que creo que los deshollinadores tienen aún su futuro en Eslovaquia.

¿Entonces? ¿Nos podría aconsejar usted qué tenemos que hacer si lo encontramos en la calle y no tenemos ningún botón para tocar en ese momento?

Mire. Yo en mi uniforme lo tengo siempre. Así, si usted no tiene miedo de ensuciarse, puede tocar el mío. Si no.… yo suelo decir que según la más reciente directriz europea vale también el cierre de velcro.

La figura del deshollinador no es solo un símbolo de las felicitaciones de Año nuevo, sino que está bien presente en muchas canciones de niños. Kominár – como le llamamos en eslovaco, ¿Cuándo te lavaste por última vez?

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Ladislava Hudzovičová

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