Las compañías buscan empleados que estén contentos con su trabajo

La mayoría de las empresas que operan en la República Eslovaca siguen buscando empleados que estén contentos con su trabajo y para que estos cambien su empleo actual, el nuevo empleador debe ofrecerles salarios más competitivos, por lo general, como mínimo 100 euros por encima del que tenían. Así se desprende de los resultados de la encuesta llevada a cabo por la agencia Manuvia, una de las agencias de recursos humanos que operan nuestro país. Tal y como se desprende del propio comunicado de prensa de la mencionada agencia personal, la mayoría de nuestros empleados hoy en día pediría un sueldo superior como mínimo en 200 euros para empezar a plantearse un posible cambio de trabajo. Los datos de la encuesta también revelan que la mayoría de empleados no está pensando romper con su actual empleador y abandonar su actual puesto de trabajo. Tal y como destaca Peter Dosedla, director general de la agencia personal, en Eslovaquia actualmente es importante no sólo ofrecer a los nuevos trabajadores un salario competitivo, sino también orientar la atención hacia ellos, concediéndoles por ejemplo una serie de beneficios o mejorando el entorno laboral en general. A decir de Dosedla, la capital eslovaca Bratislava, tradicionalmente con una muy baja tasa de paro, se ha convertido en el centro del mercado laboral en nuestro país. Según sus palabras, en este sentido, detrás de Bratislava aparece la ciudad de Košice con muchas empresas del sector de las tecnologías de la información y ciudades como Žilina, Nitra y Trnava, en las que operan nuestras fábricas automovilísticas. Los datos obtenidos de la encuesta además señalan que la mitad de nuestros empleados está contenta con la jornada laboral de ocho horas durante cinco días a la semana. Según esos datos, casi un tercio consideraría positivo una jornada de trabajo más flexible, en la cual el tiempo laboral fuese sustituido por un volumen de trabajo determinado con precisión. De los resultados de la encuesta además se deriva que la mayoría de los empleados es capaz de imaginarse no sólo un cambio de empleo, sino también el comienzo de una nueva carrera profesional en un sector totalmente diferente. Casi la mitad de los encuestados reconoció que este cambio no sería muy fácil.