El eslovaco medio deja unos 500 euros anuales en establecimientos de restauración

Según los últimos datos ofrecidos por Eurostat, y la Oficina de Estadísticas de Eslovaquia, un eslovaco medio consume, en bares restaurantes, cantinas o cafeterías, alrededor de 500 euros al año, tal y como resulta del análisis presentado recientemente por Eva Sadovská, analista de WOOD and Company, ante la prensa. Así pues, durante el año 2018 los eslovacos consumieron fuera de casa por un valor de 2.700 millones de euros. Ello, los gastos en servicios de restauración, representan el 5,4 % del presupuesto doméstico de las familias eslovacas, y el 3 % del Producto Interior Bruto. Sadovská comparaba: "en el año 2008 los eslovacos consumieron en establecimientos gastronómicos alrededor de 400 euros anuales. En aquel entonces, hace diez años, estos gastos representaban el 5,9 por ciento de los gastos familiares, y el 3,3 % del Producto Interior Bruto". También en el caso del gasto en servicios de restauración, existen diferencias regionales en Eslovaquia relacionadas con el nivel de ingresos, la tasa de desempleo y el nivel de vida general. Los precios más elevados para comer fuera de casa van de la mano del aumento de los precios de los alimentos, así como los de la energía. En Eslovaquia, el área y la disponibilidad de instalaciones de restauración ha aumentado en los últimos 10 años. "En 2017, el número de asientos en la industria gastronómica era de 104.000. En comparación con 2007, el aumento fue notable, del 51%, ya que el número de asientos en mesa diez años antes era de 69.000. El mayor número de posibilidades de comer fuera de casa viene dado por los restaurantes y comedores de autoservicio, con un total de más de 70.000 empleos", afirmaba la analista. Según Sadovská, una de las razones de la creciente tendencia es el aumento del número de centros comerciales y edificios de oficinas, especialmente en la capital, así como en otras ciudades importantes. Los centros comerciales y de negocios ofrecen, además del espacio comercial y de oficina, la posibilidad de comer o sentarse a tomar un café. "Las diferencias en el gasto en servicios de restauración son notables en todas las economías de la UE. Las sumas más altas gastadas por ese concepto, por persona y año, las encontramos entre los irlandeses, que gastan 2880 euros, seguidos por los austriacos, 2430 euros y los españoles con 2020 euros, afirmaba Sadovská. En el lado contrario, son los rumanos, con 120 euros, los polacos con 220 euros y los búlgaros, que sitúan el nivel de gastos en 230 euros, son los que menos dejan en sus restaurantes, bares y cafeterías. "Dentro del V4 dejaron, en establecimientos de restauración, más que nosotros, nuestros vecinos checos, con 620 euros de media por cabeza y año, y también los húngaros con 510 euros", agregaba la analista. Sadovská añadía que durante la última década el aumento más significativo en gastos de restauración (en euros per cápita) se daban en Lituania, Bulgaria, y Malta, países donde se habían duplicado con creces. Por otro lado, los rumanos percibieron una disminución del 8% en estos gastos. Tanto en la UE como en la zona euro, el gasto en servicios gastronómicos ha aumentado un 22% en los últimos diez años.