Los gobiernos eslovacos han conseguido sacar adelante sólo algunos de los programas de reforma orientados a ayudar al desarrollo del país. Así lo han señalado los analistas del banco VUB, tras hacer una revisión de dichos programas y su implementación en Eslovaquia.
"El problema es que se han implementado muy pocos de los programas de reforma que supuestamente ayudarían a Eslovaquia, y de los veinte objetivos que el gobierno estableció cada año, solo se cumplirá una proporción muy pequeña en 2020. Alrededor de seis o siete", alegaron los analistas, citando como ejemplo, el Índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional, donde el país retrocedió dos peldaños, y los resultados de los exámenes PISA para alumnos de 15 años, en los que Eslovaquia sigue estando muy por detrás de la gran mayoría de países desarrollados.
"Con el tiempo, el gobierno ha desistido de algunos objetivos, como son la efectividad de la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido o la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas. Si bien es cierto que el programa de reforma se sigue aplicando, ya no es un objetivo para 2020", agregaron.
Por el momento, el mercado laboral es una de las áreas en las que Eslovaquia está teniendo éxito. En opinión de los analistas, en los últimos años ha evolucionado mucho mejor de lo esperado y, aunque el crecimiento de la economía no ha sido extremadamente elevado, el país ha sido capaz de crear una gran cantidad de nuevos puestos de empleo.
Además, afirmaron que es probable que el país cumpla el objetivo de emisiones de gases de efecto invernadero, con una tasa de crecimiento máxima del 13% en comparación con 2005, y el objetivo de cantidad de jóvenes con titulación superior, que en 2018 casi llegó al 38% y se encuentra al 2% del propósito del gobierno.
En el resto de las áreas, el logro de los objetivos propuestos está seriamente amenazado o es imposible. A decir de los analistas, esto se debe principalmente a que Eslovaquia no ha cumplido cabalmente los planes de reforma que se propuso.
En la última década no se perciben mejoras en el entorno empresarial, según el indicador Doing Business del Banco Mundial. El uso de los servicios de gobierno electrónico, a pesar de su crecimiento, sigue siendo aún pobre.
La efectividad de la recaudación de impuestos, calculada por la llamada brecha del IVA, aunque ha ido en aumento, lo hace de forma muy moderada.
Por otro lado, la responsabilidad presupuestaria, gracias a la reducción del déficit y las reformas del sistema de pensiones, estaba casi al alcance en 2015, pero desde entonces ha ido empeorando cada año.
