Cultura quiere modificar el sistema de financiación de RTVS

El Ministerio de Cultura ha avisado que tiene preparadas algunas modificaciones relacionadas con la Ley sobre la Radio y Televisión de Eslovaquia (RTVS) y con la ley que define el pago de los servicios públicos brindados por la mencionada institución, conocidos bajo el nombre de "pagos concesionarios". "El objetivo de la propuesta de ley es ante todo crear las condiciones óptimas para el correcto funcionamiento de RTVS y para el cumplimiento de sus tareas legislativas, incluido el desarrollo de su infraestructura, su producción propia, el aumento de la calidad y la penetración de sus servicios en el ámbito de los nuevos servicios mediáticos. Este objetivo podría ser alcanzado a través de una modificación legislativa relacionada con la financiación de RTVS que, al mismo tiempo, garantizaría el mantenimiento del carácter público y de la independencia de dicha institución", explicaba el ministerio de Cultura definiendo la situación actual como insostenible. La propuesta ministerial, por ejemplo, propone aumentar el llamado pago concesionario cuyo importe mensual permanece sin cambios desde el año 2003 y que actualmente corresponde a 4,64 € siendo uno de los más bajos de toda Europa. Además, en RTVS la participación de los medios económicos provenientes de la publicidad es solo de un 3,1%, mientras que los miembros de la Unión de las Emisoras Europeas (EBU) suelen obtener de la publicidad hasta un 9,8%, obteniendo hasta un 12,5% de varias fuentes comerciales como son, por ejemplo, los alquileres. Cultura también opina que con el envejecimiento de la población la recaudación por pagos concesionarios descenderá porque los jubilados están redimidos de esta obligación. Por ello, la participación del estado en la financiación de RTVS deberá aumentar con lo que la independencia de la institución se vería amenazada. El director general de RTVS, Jaroslav Rezník, considera el llamado pago concesionario como el sistema de financiación de un medio de difusión público más democrático, aunque promueve también un llamado "sistema híbrido". Es decir, compuesto en su mayor parte por los pagos concesionarios, más una ayuda por parte del Estado con la que éste compense las carencias de estos pagos y, finalmente, los ingresos por publicidad.